El clima no da tregua en Uruguay: la cantidad de evacuados por las graves inundaciones que afectan a varios departamentos del país trepó hoy a 9 mil personas, según confirmaron autoridades locales. Las inundaciones -las más graves en los últimos 50 años- afectan a nueve de los 19 departamentos del país y dejaron aisladas a varias ciudades. También ocasionaron la muerte de dos personas, una mujer de 35 años y uno de sus hijos, de cinco años, que el pasado fin de semana fueron arrastrados por las aguas de un arroyo desbordado en una zona rural del departamento de Tacuarembó.
Los principales problemas se registran en Durazno, Mercedes, y Treinta y Tres. Precisamente, en la capital del departamento de Durazno tuvo que ser evacuado el diez por ciento de la población -que apenas supera los 30 mil habitantes- debido a la crecida del río Yí, cuyo cauce se encuentra trece metros por encima de su altura normal.
En Treinta y Tres, por su parte, la cifra de damnificados llega a 1.500. La capital departamental, en tanto, se encuentra virtualmente aislada debido a que el agua cubrió gran parte de las rutas de acceso. Según informó el intendente departamental, Gerardo Amaral, familias enteras tuvieron que ser rescatadas en botes y hasta helicópteros por las fuertes corrientes tras el desborde de ríos y arroyos.
El coordinador del Sistema de Emergencias, Carlos Llorente, afirmó sin embargo que la situación está controlada a nivel sanitario y también en materia de alimentación. Las inundaciones también provocaron complicaciones en los departamentos de Cerro Largo, Soriano, Florida y Tacuarembó. En algunas zonas de esos distritos, el total de precipitaciones acumulado entre febrero y principios de mayo llega a 1.200 milímetros, la misma cantidad que se registra en todo un año.
Asimismo, fuentes del sector rural destacaron que las pérdidas en la ganadería, por la muerte de ganado vacuno y ovino, y en la agricultura, especialmente en los cultivos de soja, "serán millonarias", pero señalaron que recién podrán ser evaluadas cuando baje el nivel de las aguas. A su vez, se intensificaron las patrullas policiales para operar en las ciudades afectadas para evitar saqueos y robos en las casas que fueron abandonadas por sus ocupantes.
(Clarín, 09/05/2007)