En un comunicado de prensa, la Secretaría de Salud reconoce que variedades de arroz ilegales han ingresado al país, pero asegura que son “inocuas” y no conllevan riesgos a la salud. Para afirmar esto, se basa en la aprobación fast track que hizo la Federal and Drug Administration (FDA) cuando se descubrió la contaminación en Estados Unidos y en supuestos análisis de riesgo llevados a cabo por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Estamos sorprendidos por el cinismo de las autoridades: la Secretaría responsable de la salud de los mexicanos no puede dar por válidos los resultados de inocuidad de la FDA, especialmente porque esta instancia legalizó el arroz para tratar de acallar el escándalo que provocó la contaminación. Resulta escandaloso que las autoridades mexicanas avalen y pretendan legalizar los arroces transgénicos que se fugaron de campos experimentales, para responder al interés comercial de Estados Unidos, en lugar de cumplir con la ley y protegernos”, dijo Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de transgénicos de Greenpeace.
Salud dice que la Cofepris “realizó la evaluación y análisis de riesgo de ese cereal, con el resultado de que el arroz introducido al país no conlleva riesgos a la salud”. “Exigimos a la autoridad especificar cuándo, dónde, cómo y con qué protocolo realizaron sus pruebas y en qué embarques, además de que exigimos saber cómo se monitoreó tan rápidamente que no conllevan riesgos a la salud. Esa información es de interés público. Sus afirmaciones son asombrosas, pues ni siquiera Bayer se ha atrevido a afirmar que sus arroces experimentales son seguros. Es necesario saber bajo qué argumentos científicos la Secretaría de Salud se está basando para asegurar que “no conllevan riesgos a la salud””, dijo Ampugnani.
Es preciso puntualizar que el arroz norteamericano está contaminado por al menos 4 eventos transgénicos distintos: el LL601, el LL62, el LL06 y la LL604, todos de la farmaceútica Bayer, todos experimentales que no se siembran de manera comercial en Estados Unidos. Ninguno de estos arroces ha sido autorizado para consumo humano en México, por tanto su comercio es ilegal.
Además, Greenpeace demanda a las autoridades que aclaren bajo qué criterios se está revisando el arroz que entra al país y qué umbrales de detección se manejan para permitir o rechazar un cargamento. El arroz que se importa debe acreditar la no presencia de transgénicos bajo umbrales estrictos de detección (0.01%). Estos umbrales fueron acordados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la Unión Europea y la empresa Bayer para detectar la presencia de las variedades LL601 y LL62 (1) en las ventas a Europa.
“La tardía y equivocada reacción de las autoridades en el caso del arroz transgénico ejemplifica lo que podría suceder a partir de 1 de enero de 2008 cuando se permita la importación sin restricciones de granos básicos desde Estados Unidos: entrará maíz transgénico a mansalva, lo que representa una amenaza seria de contaminación y un riesgo a la salud de las personas”, concluyó Ampugnani.
(Greenpeace, 27/03/2007)