Greenpeace apresenta conjunto de medidas para uma urbanização sustentável na Espanha (em espanhol)
2007-03-14
Greenpeace ha presentado quince medidas para conseguir un urbanismo
sostenible concebido para aumentar la calidad de vida de la población y el
respeto al territorio donde se desarrolla. La acumulación de escándalos,
investigaciones y procesos judiciales relacionados con el urbanismo ponen de
manifiesto que en España el funionamiento efectivo del control de la
edificación (disciplina urbanística) es la gran asignatura pendiente.
La organización ecologista considera que la situación actual del urbanismo en
España se ha venido gestando desde hace mucho tiempo, por lo que resulta
incomprensible que todavía no se hayan planteado fórmulas para poner freno a
la destrucción del territorio en la que nos hayamos inmersos. A pesar de que
existe suficiente legislación para actuar de forma contundente contra la
ilegalidad, una gran parte de las infracciones urbanísticas se acaban
consolidando, en gran parte debido a la prescripción de las mismas por el
transcurso del tiempo sin actuación por parte de la Administración.
Los problemas derivados del urbanismo actual se acrecientan en la franja
litoral debido a los movimientos de asentamiento, temporal o definitivo, de
habitantes de las zonas del interior de la península y de ciudadanos del
Norte de Europa, especialmente hacia la costa mediterránea. Estos
desplazamiento, que se iniciaron hacia mediados de los años 60 del pasado
siglo, se han incrementado desde entonces favorecidos por la mejora de las
infraestructuras de comunicación, por la entrada de España en la Unión
Europea y, posteriormente, por la unificación de la moneda europea y la
bajada de los tipos de interés.
"Desde Greenpeace consideramos que sólo será posible un cambio de tendencia
de la situación urbanística actual mediante un pacto real entre todos los
partidos políticos y, sobre todo, mediante una mayor implicación de la
ciudadanía en la concienciación de los graves perjuicios que se derivan de
esta situación y la actuación más efectiva de quienes pueden contribuir a la
erradicación del problema" ha declarado María José Caballero, portavoz de
Greenpeace.
Propuestas para una mejora del Planeamiento Urbanístico
Greenpeace considera que no existen fórmulas mágicas para solventar el grave
problema de crecimiento descontrolado en el que está inmerso el territorio
español. Sin una concienciación colectiva y sin una erradicación inmediata
del modelo de crecimiento pronto la situación será irreversible. Por tanto,
es necesaria una voluntad colectiva de cambio, especialmente en dos aspectos:
la redacción de los planeamientos urbanísticos (territoriales, generales o
municipales), así como la disciplina urbanística.
1. Deben modificarse los criterios de planificación urbanística, partiendo de
la protección de todo el suelo no urbanizable y de la obligación de demostrar
la necesidad y racionalidad de modificación de esa protección por necesidades
de crecimiento de los núcleos de población.
2. Los modelos territoriales del planeamiento deben tener un marco de
referencia supramunicipal que dé una coherencia territorial y de
funcionamiento de los servicios, del abastecimiento y de los equipamientos.
3. El crecimiento urbanístico debe limitarse al 10% de incremento en cada
planeamiento. Al mismo tiempo debe impedirse la recalificación de suelo hasta
que no se haya ejecutado, al menos, el 90% del suelo clasificado en el
planeamiento general en vigor. Es imprescindible acabar con el urbanismo
concertado a través de los convenios urbanísticos, contratos privados entre
los constructores y el ayuntamiento para hacer modificaciones a los planes de
ordenación urbana.
4. En los municipios litorales, tanto las comunidades autónomas como los
municipios deben decretar la prohibición de construcción en la franja no
ocupada de los primeros 500 metros de costa.
5. Los planeamientos territoriales y generales o municipales nunca deben
responder a intereses privados de promotores, grupos de presión o de personas
próximas a quienes ostentan la facultad de decisión en el proceso de
tramitación y aprobación del planeamiento urbanístico o su ejecución.
6. Deben articularse los mecanismos necesarios para establecer procesos
efectivos de participación ciudadana y control del urbanismo, tanto en la
fase de redacción de los planes territoriales, como para los planes generales
o municipales, así como en el proceso de desarrollo y ejecución de éstos.
7. Deben reducirse las posibilidades de cambios de clasificación de suelos no
urbanizables a urbanos o urbanizables, así como de los cambios de uso e
incremento de edificabilidad y densidad, circunscribiendo dichos cambios
exclusivamente a las revisiones o adaptaciones de los planes generales o
municipales. Deben prohibirse expresamente cambios a través de modificaciones
puntuales de los planes urbanísticos.
8. La planificación urbanística debe priorizar el mantenimiento del paisaje,
así como de la estructura y tipología de los núcleos urbanos. Asimismo debe
priorizarse la concentración urbana mediante la rehabilitación de los núcleos
urbanos existentes y la remodelación de los degradados, evitando ocupar
nuevas superficies de suelo en el exterior de los cascos urbanos.
9. La planificación urbanística debe identificar las necesidades de los
recursos básicos: energía, agua, etc. y establecer para ellos fórmulas de
gestión sostenible. Los informes de la Administración en materia de agua
(garantía de abastecimiento) y de energía deben ser obligatorios y
vinculantes antes de la aprobación de un plan urbanístico o de realizar una
modificación del mismo. Además, los planes urbanísticos deben contemplar
obligatoriamente la demanda de servicios que generará (depuración de aguas
residuales, recogida y reciclaje de residuos).
10. Deben prohibirse los proyectos edificatorios de tipo residencial ligados
a instalaciones insostenibles tales como los campos de golf, canales
fluviales o marinos y nuevos puertos deportivos.
(Eco Portal, 13/03/2007)
http://www.ecoportal.net/content/view/full/67357