Ong Amigos da Terra aponta novas evidências do fracasso dos cultivos trangênicos (em espanhol)
2007-01-19
Un nuevo informe sobre los resultados de los cultivos transgénicos durante el periodo 1996-2006 demuestra que estos cultivos no han logrado resolver los principales problemas a los que se enfrentan los agricultores ni ofrecer beneficios para los consumidores. El análisis realizado por Amigos de la Tierra internacional de más de 200 informes y artículos de la industria biotecnológica, gobiernos, universidades, prensa, sociedad civil y otros actores revela que los transgénicos no han hecho nada para aliviar el hambre o la pobreza en el mundo.
La gran mayoría de las cosechas transgénicas se emplea en piensos para el ganado fuente de carne para los países ricos. También se desprende de las investigaciones que los cultivos modificados genéticamente comercializados en la actualidad no han hecho disminuir sino aumentar el uso global de plaguicidas, y su productividad no es mayor que la de las variedades convencionales. En definitiva, el medioambiente no ha ganado nada con la introducción de dichos cultivos.
El informe publicado por Amigos de la Tierra Internacional contrasta con la propaganda difundida por la industria biotecnológica a través del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), que presenta los cultivos transgénicos como solución clave al hambre y la pobreza. El ISAAA es un organismo creado y mantenido por instituciones y empresas con intereses en la biotecnología, por lo que no puede ser objetivo dando datos sobre la aceptación y los resultados de los transgénicos en el mundo. De allí su falta de transparencia y la poca fiabilidad de los datos que maneja.
Tras diez años de cultivo, los transgénicos ocupan tan solo una pequeña porción del total de tierras cultivables a nivel mundial, aproximadamente el 1,5% (80 millones de ha). 2006 ha sido, además, un mal año para estos cultivos:
• En 2006, el Ministerio de Agricultura de Estados Unidos, gran defensor de los cultivos transgénicos, reconoció por primera vez que el rendimiento de estos cultivos no es mayor que el de los cultivos convencionales. Además, un número aplastante de estudios realizados por científicos independientes demuestra que los rendimientos de los cultivos transgénicos son inferiores, o a lo sumo equivalentes, a los de las variedades no transgénicas.
• En 2006, un sondeo de opinión realizado en la Unión Europea volvió a confirmar que el público europeo se opone a los alimentos transgénicos. En España, el barómetro de septiembre de 2006 revela que lo que más preocupa a los españoles en cuestiones relacionadas con la alimentación son los alimentos genéticamente modificados, junto con los nuevos virus como la gripe aviar.
• En 2006, se descubrió que el suministro de arroz en cuatro continentes había sido contaminado por un arroz transgénico ilegal, supuestamente utilizado en ensayos de campo sólo hasta 2001. Esto aporta la prueba una vez más de que la industria biotecnológica no puede o no quiere controlar sus productos.
• Hasta diciembre de 2006, sólo cuatro cultivos (maíz, algodón, soya y colza) con dos únicos rasgos (tolerancia a los herbicidas y resistencia a los insectos) habían sido sembrados a gran escala en Estados Unidos, el mayor productor de cultivos transgénicos, a pesar de que este país haya aprobado hasta la fecha 71 modificaciones genéticas para su uso comercial.
• En la última década, la producción de algodón disminuyó en la mayoría de los países que adoptaron el algodón transgénico (México, Argentina, Colombia, Sudáfrica y Australia) y para 2006 está prevista una caída significativa de la producción de algodón transgénico en Sudáfrica y México.
(Por Amigos de la Tierra Espana, Ecoportal, 18/01/2007)
http://www.ecoportal.net/content/view/full/66096