Entre Ríos não desbloqueará estradas antes de decisão do Tribunal de Haia (em espanhol)
2007-01-18
El gobierno de Entre Ríos no reprimirá a los asambleístas que cortan la ruta en Gualeguaychú aunque lo reclame la Corte de La Haya. Así lo aseguró, luego de reunirse ayer en la Casa Rosada con el presidente Kirchner, el vicegobernador entrerriano Pedro Guastavino. "De ninguna manera vamos a desalojar la ruta a través de la fuerza, por más que el fallo diga que hay que desalojar las rutas".
Enseguida, Guastavino recordó "palabras del presidente Kirchner", en el sentido de "no levantar la mano contra nuestros hermanos". Las declaraciones del vicegobernador entrerriano cobran especial relevancia porque fueron dichas a pocos minutos de compartir un acto con Kirchner en el Salón Sur de la Rosada y a cinco días que se conozca el fallo del Tribunal de La Haya sobre el corte del paso internacional a Uruguay que llevan adelante los asambleístas de Gualeguaychú.
En julio pasado la Corte de la Haya rechazó por 14 votos a 1 el pedido argentino para frenar las obras de Botnia en Fray Bentos. El martes el Tribunal se pronunciará sobre los cortes y todo parece indicar que la resolución volverá a ser desfavorable para la Argentina que deberá poner fin a los bloqueos, ya que el fallo es de cumplimiento obligatorio.
El último lunes, la jefa de Asuntos Legales de la Cancillería, Susana Ruiz Cerrutti, le dijo a Clarín que la Argentina tiene que acatar el fallo del Tribunal. Sin embargo el vicegobernador entrerriano insistió con que "la postura del Gobierno nacional y de la provincia, referido al desalojo de los vecinos de Gualeguaychú que están en la ruta, es que "no vamos a utilizar la fuerza para desalojarlos".
La definición de Guastavino fue, sin embargo, relativizada desde el Gobierno. "Es un discurso de campaña", aseguró un ministro. Ayer, como publicó este diario, los asambleístas advirtieron que mantendrán los cortes más allá de lo que diga La Haya. En rigor, Entre Ríos busca evitar un paso en falso que sume problemas al proceso electoral en marcha. La provincia elige el próximo 18 de marzo —en 60 días— gobernador y vice, diputados, y senadores provinciales, intendentes y concejales.
En este comicio, el peronismo va dividido, pero el delfín de Jorge Busti, el actual ministro Sergio Urribarri, va primero en las encuestas. Y Guastavino forma parte del elenco "bustista", al punto que tiene reservada una de las candidaturas a senador nacional, ya que Entre Ríos renueva a sus tres senadores en la elección presidencial de octubre. Las declaraciones de Guastavino pretenden además descomprimir el clima de tensión que se vive en la asamblea de Gualeguaychú, que atraviesa un proceso de radicalización política, al punto que Busti y Kirchner fueron blanco de muchas críticas.
Kirchner participó del acto de ayer junto a Guastavino y al intendente de Gualeguaychú, Daniel Irigoyen. La licitación de ayer es una obra que importa al municipio local porque transforma en autopista el acceso desde la ruta 14 hasta la ciudad. El Presidente pudo haber realizado un discurso, pero hubiera sido inevitable alguna referencia al conflicto con Botnia y Uruguay y entonces se llamó a silencio.
Días atrás, desde algunos despachos en la Rosada dijeron que si el Tribunal de La Haya fallaba en contra, el gobierno entrerriano sería el encargado de desbloquear las rutas. Pero ayer, a poco de terminar la ceremonia en el Salón Sur de la Rosada, el vicegobernador dejó en claro que la administración de Busti no moverá un dedo para reprimir a asambleístas.
Gustavino quiso salvar las apariencias al afirmar que "respetamos las instituciones y el gobierno va a acatar lo que la Corte de La Haya diga, pero somos optimistas —dijo contra todos los pronósticos— de que se va a declarar incompetente porque éste no es un tema que deba tratar". La idea entonces es acatar, pero no reprimir. Otra alternativa sería la disuasión como ocurrió el viernes en Buquebús, pero el impedimento es la elección, al menos por 60 días.
(Por Atilio Bleta, Clarín, 18/01/2007)
http://www.clarin.com/diario/2007/01/18/elpais/p-00301.htm