El gobierno de Entre Ríos definió una estrategia para tratar de desactivar la iniciativa de los ambientalistas de cortar, a partir de mañana, los tres pasos fronterizos con el Uruguay. Resignado a perder en Gualeguaychú, buscará copar las asambleas de Colón y Concordia con gente que vote ahí mismo en contra de los bloqueos. "Hay que escuchar a las mayorías. En Colón, los que están a favor de los cortes son diez. Y en Concordia tampoco hay clima de cortes. Esa gente que está en contra se va a mover, ¿por qué no va a participar? Que decida la mayoría, entonces", comentó el gobernador Jorge Busti, en diálogo telefónico con Clarín.

El antecedente más inmediato es del 9 de diciembre pasado, cuando unos 120 vecinos de Concordia intentaron cerrar por primera vez el puente que une ese punto con Salto. Pero militantes justicialistas aparecieron en la ruta y presionaron a los asambleístas locales para que se corrieran. "Yo no voy a mandar absolutamente a nadie", se defendió Busti ayer. Luego agregó: "Para que no haya lugar a confusiones, voy a ir allá recién el sábado. Voy a hacer unas caminatas para hablar con los vecinos, pero no de las papeleras". Concordia es justamente la ciudad de la que Busti fue intendente hasta 1987.

A las 6 de la tarde de mañana se realizará la asamblea en la que se definirá si Concordia corta o no. Más al sur, en Colón, planean extender los bloqueos que por ahora son breves, intermitentes y previamente anunciados. Y en Gualeguaychú, además de mantenerse firmes en su postura desde el 20 de noviembre, piensan también manifestarse en Buenos Aires. El intendente de Concordia, Juan Carlos Cresto, peronista de un sector opuesto a Busti, calificó de "mamarracho" los eventuales cortes en su ciudad. Los asambleístas tienen el apoyo de la Federación Agraria, independientes y ciertos grupos piqueteros.

Desde que estalló el conflicto por las papeleras, los tres pasos terrestres a Uruguay estuvieron cortados al mismo tiempo sólo por pocas horas, aquel sábado del mes pasado. El gobierno de Tabaré Vázquez ya denunció que estas protestas —que empezaron el verano pasado— le generan graves daños económicos. La decisión que pueda tomarse en las próximas horas se da en un escenario delicado. En cualquier momento, la Corte Internacional de Justicia fijará la fecha de una audiencia en la que anunciará si hace o no lugar a un pedido uruguayo para que se mande a la Casa Rosada a hacer algo con los cortes. En los próximos días, por otra parte, la empresa finlandesa Botnia haría sus primeras extracciones de agua en el río.

La Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú sólo suspendería los cortes si ésa planta cambia su localización, como hizo la española ENCE. Pero no hay indicios de que los finlandeses tengan planes de mudanza. Tampoco hay novedades de las gestiones que intentó un enviado de la corona española, que el Gobierno presentó oportunamente con gran optimismo.
(Por Pablo Abiad, Clarin, 11/01/2007)
http://www.clarin.com/diario/2007/01/11/elpais/p-01401.htm