En medio de las amenazas de la Asamblea ambiental de Gualeguaychú de endurecer las medidas de protesta contra la instalación de las pasteras, la empresa finlandesa Botnia ratificó ayer que no está en sus planes relocalizar la planta de pasta celulosa. No sólo eso: anunció que a partir del próximo viernes retomará las obras, suspendidas por el fin de año, con el comienzo de las pruebas hidráulicas en el río Uruguay.

El ministro de Ambiente, Tierra y Vivienda de Uruguay, Mariano Arana, confirmó el inicio de esas pruebas que, se descuenta, provocará mayor malestar entre los pobladores de la otra orilla. Arana fue el encargado de salir a aclarar que "en absoluto" se evalúa la idea de una reubicación de Botnia. Y atacó a los asambleístas que anunciaron bloqueos en la terminal de Buquebus: "El método es ilegítimo", dijo y agregó que las argumentaciones en contra de las pasteras "carecen de fundamento científico".

Con el noventa por ciento de la obra civil construida, la próxima semana también se producirán avances en el sistema eléctrico. "De acá a octubre la empresa estará en funcionamiento", dijeron fuentes cercanas a la firma finlandesa. Detrás del apuro hay una explicación: Botnia ya firmó contratos con papeleras y necesita terminar la obra para empezar a cumplir los compromisos, que serían desde diciembre.

Una muestra de la firmeza de la decisión de Botnia quedó reflejada en el encuentro que el presidente de la empresa mantuvo en Helsinki con el enviado del rey Juan Carlos para mediar en el conflicto entre argentinos y uruguayos, Juan Antonio Yáñez Barnuevo. Luego, el español también se reunió con autoridades del gobierno finlandés.

Las fuentes de la empresa reafirmaron que no están dispuestos a detener las obras porque un parate podría afectar los contratos para la provisión de pasta de celulosa ya asumidos. Además, podría traerle problemas con las varias firmas subcontradadas. En momentos en que la temperatura sube por la amenaza de los asambleístas, el canciller uruguayo Reinaldo Gargano afirmó que "serían de una gravedad inusitada" los bloqueos de Buquebus y advirtió que su país "va a actuar con serenidad y firmeza"".

El ministro agregó que "si llega a suceder algo, Uruguay va a actuar", aunque se esperanzó con que el Gobierno argentino también haga lo suyo "con firmeza y decisión", sobre todo a partir del viernes, cuando los ambientalistas vuelvan a reaccionar cuando arranquen las pruebas hidráulicas previstas por Botnia.
(Clarín, 04/01/2007)
http://www.clarin.com/diario/2007/01/05/elpais/p-01339232.htm