Justiça ordena deter quem bloquear saída de Buquebus (em espanhol)
2007-01-05
El nivel de tensión por el conflicto de las papeleras subió ayer en el Puerto de Buenos Aires: la Justicia ordenó a la Prefectura Naval que controle estrictamente las protestas que puedan producirse contra las embarcaciones de la empresa Buquebus —que une Argentina con Uruguay a través del Río de la Plata— y que "proceda a la detención" de quienes intenten impedir la salida de los buques hacia Colonia o Montevideo.
La orden fue impartida por el fiscal Martín Lapadú, del fuero porteño, frente a la decisión de los asambleístas de Gualeguaychú de tratar de impedir la salidas de los ferrys hacia Uruguay y de manifestar en contra de la compañía. Sectores piqueteros duros anunciaron que podrían sumarse a la protesta, lo que agregó un poco más de tirantez al asunto. Sin embargo, fuentes de las asambleas dijeron a Clarín que, por el momento, no han tomado contacto con ellos (ver Guiño...).
En Entre Ríos no dan detalles de cuándo sería la protesta, acaso para hacerla realmente sorpresiva. Sólo aclaran que no será en el río, como había trascendido, sino en tierra, en las cercanías de la empresa. Quieren que los pasajeros no acceden a la terminal.
El fiscal Lapadú explicó su decisión, sin vueltas, en declaraciones radiales: "Si hay manifestaciones en las puertas de Buquebus que obstaculicen el ingreso o salida de las personas, o afecten el servicio público de pasajeros, la Prefectura debe intimar al cese de la contravención, labrar actuaciones, y si no obedecen, debe procederse a la detención de los manifestantes", dijo.
Salieron a responderle ayer mismo desde Gualeguaychú. El coordinador de la asamblea de esa ciudad, Oscar Bargas, dijo a Clarín: "Siempre hemos sido y seguiremos siendo pacíficos. Nos hubiera gustado que ese fiscal y otros hicieran algo también para garantizar la salud de la gente, la no contaminación, que nos protegieran de estos emprendimientos que vienen a dañar nuestro ambiente y nuestro futuro".
Desde el miércoles, la zona norte del Puerto está superpoblada de uniformes de Prefectura y se realizan controles no habituales para los pasajeros de Buquebus. Una lancha guardacostas patrulla el río para evitar la posible interrupción de la navegación.
La protesta de los asambleístas fue rechazada por voceros de la organización ecologista Greenpeace. Hay que prestar atención a ese análisis: creen que como la manifestación afectará, sobre todo, a los pasajeros que veranean en Uruguay, hay peligro de que la gente se ponga en contra de los asambleístas entrerrianos. Ayer lo explicó en esos términos Emiliano Ezcurra, director de campañas de Greenpeace.
En los gobiernos uruguayos y argentinos miran con preocupación la decisión de los asambleístas porque, en cierta forma, aleja aún más la posibilidad de recomenzar el diálogo roto. En ámbitos políticos se especuló con la posibilidad de que Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez se reúnan a solas en la próxima Cumbre del Mercosur, que se realizará en Río de Janeiro, Brasil, entre el 18 y 19 de este mes. Pero en las últimas horas, fuentes kirchneristas contaron que el Presidente habría ordenado que se desactive la expectativa.
Como sea, trascendió que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se contactó en los últimos días de diciembre con Juan Carlos López Mena, el propietario de Buquebus, justo cuando empezaba a hablarse de la posibilidad de que Gualeguaychú trasladara la protesta a la puerta de su empresa.
Según fuentes consultadas por Clarín, Fernández le habría dado al empresario garantías de que la Casa Rosada no permitirá el bloqueo del puerto. Fue el propio López Mena —cercano al gobernante Frente Amplio— quien luego llevó tranquilidad al gobierno charrúa: habló con el ministro de Turismo, Héctor Lescano, uno de los funcionarios más cercanos a Vázquez, y le contó lo conversado con el argentino. Lescano fue el encargado de hablar con el canciller Reinaldo Gargano.
En la Cancillería uruguaya no creen que la medida contra Buquebus se concrete. Evalúan el anuncio como una estrategia para generar nerviosismo en los turistas y acaso hacerlos desistir de viajar a las playas orientales. La principal preocupación siguen siendo los cortes en las rutas.
(Por Guillermo Pellegrino e Mariano Pérez de Eulate, Clarín, 04/01/2007)
http://www.clarin.com/diario/2007/01/05/elpais/p-01339216.htm