Com aval da Argentina, Uruguai anuncia relocalização da papeleira ENCE no país (em espanhol)
2006-12-13
Mientras el Gobierno espera un gesto de la finlandesa Botnia, la pastera española ENCE confirmó ayer oficialmente que relocalizará su futura planta en el Uruguay. El anuncio se hizo en la Casa Rosada: la mudanza será desde Fray Bentos —frente a las costas de Gualeguaychú— hasta Punta Pereyra, justo donde comienza el Río de la Plata.
El presidente de ENCE, Juan Luis Arregui, había estado el lunes en Montevideo. Como adelantó ayer Clarín, se reunió con el presidente Néstor Kirchner y, sentado al lado del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijo en conferencia de prensa que se sentía "satisfecho" por "terminar el problema" que se había presentado con Argentina.
Según Arregui, Tabaré Vázquez ya estaba al tanto de este traslado. En el Gobierno se empecinaron en exhibirlo como un triunfo propio que vendría a revelar la efectividad de la conciliación en contraposición a la "intransigencia" uruguaya. Arregui, además, remitió a la preocupación del rey Juan Carlos I por la crisis en la región.
La planta de ENCE, entonces, se instalará a la altura del Delta, al sur de la isla Martín García y próxima al muelle de Conchillas. Este cambio de marcha ya había sido anticipado por este diario.
El gobierno uruguayo no se pronunció al respecto. Consultado por este diario, el canciller Reynaldo Gargano anoche prefirió no hacer comentarios. Difícil que en Montevideo haya caído bien el anuncio y su marco.
Frente al optimismo del que hablan los funcionarios argentinos a partir de la gestión del enviado de la corona española, Uruguay asume una postura cada vez más dura. Los ambientalistas de Gualeguaychú, defraudados, ayer se expresaron en Buenos Aires.
Para los entrerrianos, el anunció de ayer no cambia el escenario. Botnia no dio señales de mover un pie de Fray Bentos. La gestión del facilitador Juan Antonio Yáñez se centra en sacarles a los finlandeses al menos la decisión de sentarse a conversar.
Esta planta ya está construida en un 70 por ciento. Tiene su propio puerto y su producción de celulosa va a ser una de las más importantes del mundo.
Con las particularidades de cada caso, el último fin de semana estuvieron bloqueados los puentes internacionales de Gualeguaychú, Colón y Concordia. Los manifestantes de las dos primeras ciudades —sobre todo— ya informaron que el único modo de que se relocalicen ellos es que Botnia se vaya de Fray Bentos.
El acuerdo cerrado ayer en Buenos Aires incluyó dos detalles adicionales. Por un lado, Arregui puntualizó que ENCE abandonará el puerto que ya tenía levantado frente a Gualeguaychú, lo que le significará una pérdida de 80 millones de dólares. Y por otro, adelantó que su compañía comprará madera argentina.
"Esto es bueno porque a todos nos va a caer algo de beneficio. Más al norte de Uruguay hubiera sido un pelín mejor, pero queremos seguir conviviendo bien con los dos países", resumió Arregui, que tiene nuera y nieto argentinos. La relocalización es de exactamente 250 kilómetros al sudoeste del trazado original.
Alberto Fernández le acercó más el micrófono al ejecutivo español cuando éste mencionó la voluntad de diálogo entre el Gobierno argentino y ENCE. "Encontramos (en esta empresa) la comprensión y las ganas de querer comprender", completó el jefe de Gabinete, en alusión tácita a la posición dura de Botnia.
Para los voceros oficiales, el logro del Gobierno fue bajar a ENCE del río Uruguay a una zona en la que —suponen— nadie podría quejarse de contaminación ambiental. Aunque ése es otro aspecto controvertido, porque los españoles —igual que los finlandeses— juran que sus industrias son limpias, mientras que los entrerrianos dan por seguro lo contrario y la Casa Rosada pide un nuevo estudio técnico.
Independientemente de todo esto, Uruguay mantiene su estrategia de reclamos diplomáticos. El próximo lunes pedirá en La Haya que el tribunal de las Naciones Unidas mande a la Argentina hacer algo con los bloqueos en las rutas. Y mañana presentará una queja formal ante la Organización Mundial del Turismo por las pérdidas económicas provocadas por los cortes.
(Por Pablo Abiad, Clarín, 13/12/2006)
http://www.clarin.com/diario/2006/12/13/elpais/p-00301.htm