De acuerdo con los resultados del más grande estudio científico realizado sobre la vida marina en nuestros océanos, los humanos hemos dañado tanto el hábitat dentro del agua que nos queda poco tiempo para repararlo. Las noticias son malas; mucho peor de lo que imaginamos. El mayor estudio científicos realizado jamás en el mundo sobre el futuro de nuestra vida marina deja muy poco que decir sobre la forma en que dirigimos y cuidamos el planeta.

No vale recordar que las especies terrestres salimos del agua o que, ciertamente, estamos formados de un poco más de setenta por ciento del preciado H2O, tampoco parece importar que el planeta es más agua que tierra, los humanos somos responsables del exterminio continuo de la vida marina.

“Debemos tener en cuenta que destruimos todo el tiempo la diversidad que mantiene a los distintos peces vivos. Ya hemos destruido un tercio de todo lo que hay debajo del océano y si seguimos así en cincuenta años no habrá peces”, explicó para la BBC el director del estudio, Boris Worm, de la Universidad Dalhousie en Canadá. “Estamos acostumbrados a usar el océano como si poseyera una cantidad ilimitada de especies y que cuando una se terminará podríamos comenzar con la otra; pues no es así”.

El estudio fue realizado por un sinnúmero de científicos en Europa y en América que recogieron información mediante distintos grupos experimentales por todo el mundo enfrascados en varias ecosistemas. La imagen que devuelven los análisis es sencillamente desalentadora.

“El estado de las grandes pescadería en el 2003 ya comenzaba a anunciar el comienzo del final para los peces. No ha sido tanto la pesca masiva sino el poco cuidado que hemos tenido al extraer los peces, destruimos el hábitat entonces no dejamos paso a que continúen reproduciéndose. Por otro lado, la toxicidad que metemos al mar ha desencadenado el nacimiento de algas que matan a los animalitos que se alimentan de ellas”, explicó Steve Palumbi, de la Universidad de Stanford.

La cadena de vida
La vida marina está mucho más encadenada que la vida en la tierra. Los animales en el mar dependen de otras especies para sobrevivir y los investigadores han descubierto que es una pirámide que se mueve desde la base hacia arriba. “Cuando destruimos las plantas en el fondo del mar, en el suelo marino, estamos desencadenando un cataclismo que afectará a los peces de arriba porque unos dependen de la vida del otro.

Por eso es tan perniciosa esa pesca de arrastre que se lleva todo lo demás; es lo que nos ganamos por no respetar el hábitat que también nos mantiene”, expresó Palumbi. Ciertamente, si disfruta de ese plato de camarones, piense que ni sus hijos ni sus nietos, ni usted, si tiene la edad suficiente, podrán disfrutarlo en sólo medio siglo.

El papel de la política en la conservación
De acuerdo con los investigadores, la única forma de cambiar la ruta hacia donde nos dirigimos es actuar políticamente. “Los políticos tienen que seguir el consejo de los científicos y reforzar las vedas, observar minuciosamente la pesca e invertir en el mantenimiento de lo que nos queda.

Si no se hace algo ahora, pronto sólo serán treinta años más de vida marina y los peces son uno de los alimentos más saludables en la dieta humana y de muchos otros animales sobre el planeta. Sin tener en cuenta el desastre económico en estas áreas que significaría quedarnos sin peces.
(Por Glenys Alvarez, Eco Portal, 06/11/2006)
http://www.ecoportal.net/content/view/full/64488