Los vecinos de Gualeguaychú inician hoy y por el fin de semana el bloqueo del paso a Fray Bentos. La Casa Rosada difundió ayer un comunicado que advierte sobre los "daños" que podría ocasionar al país. Pero siguen las negociaciones. En una dura declaración, el Gobierno nacional expresó ayer su "desacuerdo" con el corte de ruta que iniciarán hoy los vecinos de Gualeguaychú —al que se sumó un sector de Colón— contra la instalación de las papeleras en el río Uruguay y en rechazo de un informe ambiental del Banco Mundial que tiende a avalar la concesión de los créditos para las obras.

En ese texto, difundido en la Casa Rosada, el Gobierno responsabilizó además a los asambleístas por los "daños" que la medida pueda causar "a los intereses argentinos". De esta manera, el Gobierno fijó su posición luego del desconcierto que le causó la decisión de la asamblea de Gualeguaychú de retornar a los cortes de ruta. Según la óptica oficial, el corte complica la posición de la Argentina en su demanda ante el Tribunal Internacional de La Haya. También revuelve aún más las ya deterioradas relaciones con Uruguay, que salió a exigir "firmeza" al Gobierno argentino.

Semanas atrás un tribunal del Mercosur había cuestionado la "actitud permisiva" del Gobierno ante los cortes del verano pasado. La declaración —de tres párrafos escuetos— se conoció en medio de una larga reunión que comenzó cerca del mediodía en el despacho del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, donde confluyeron el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, y la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti. El presidente Kirchner se sumó durante unos veinte minutos.

Fernández y Busti estamparon su firma a la declaración, que sostiene que el Gobierno nacional y el de Entre Ríos están en desacuerdo con la decisión de la asamblea, que "contradice" los intereses provinciales y nacionales y la posición del país "ante tribunales y organismos internacionales en defensa de la preservación de nuestros derechos". "Siendo así, los daños que ocasione tal accionar a los intereses argentinos correrán por cuenta de quienes así procedan", dice.

Más allá de este texto, no hay señales de que el Gobierno estuviera pensando en medidas directas como el desalojo de la ruta por la fuerza. Al parecer se apostaba al efecto político de la declaración entre los asambleístas. "Lo importante era marcar el desacuerdo. Se quitó apoyo político, hay que esperar a ver cómo reaccionan", dijo a Clarín una fuente de la Casa Rosada. Los canales de diálogo seguían abiertos ayer, sobre todo a través de Picolotti —de fuerte vínculo con la asamblea— y el Gobierno esperaba poder limitar de algún modo el alcance de la protesta.

Tal como decidieron el martes, los asambleístas cortarán desde las 14 y hasta las 18 del domingo la ruta que conecta con Fray Bentos, en Uruguay. El corte tendrá un impacto mayor en el fin de semana largo por el Día de la Raza. Por la tarde, a la sede de la Secretaría de Ambiente llegó un grupo de asambleístas de Gualeguaychú y Colón para una reunión "técnica" programa da, donde se evaluó el informe que acompañará la demanda ante La Haya.

Contra toda lógica, "nada se habló sobre los cortes", aseguró a Clarín uno de los participantes y coordinador de la asamblea de Gualeguaychú, Osvaldo Moussou. Picolotti estuvo con los asambleístas parte de la reunión. Ya conocida la declaración oficial contra el corte, Moussou dijo sin embargo que no creía que pudiera ser levantado. "Las decisiones se toman en asamblea, y ésta no va a volver a reunirse antes de mañana. Las consecuencias del corte fueron evaluadas", dijo. Pero reconoció que el pronunciamiento del Gobierno "ha cambiado el escenario".
(Por Guido Braslavsky , Clarin, 13/10/2006)
http://www.clarin.com/diario/2006/10/13/elpais/p-00301.htm