Bosques sem madeira na região tropical da Bolívia: 10 a 15 mil hectares destruídos por ano (em espanhol)
2006-10-09
Tras haberse destruido completamente el bosque primario, en la actualidad únicamente se alcanza a apreciar un bosque secundario. Según fuentes técnicas, se estima que en los últimos años se ha producido un promedio de deforestación anual entre 10 a 15 mil hectáreas, alcanzando a la fecha un total acumulado de aproximadamente 300 mil hectáreas.
La región tropical de Cochabamba, según criterios técnicos forestales, ha sido dividida en unidades administrativas, entre ellas se encuentra el bosque de Uso múltiple, que comprende aproximadamente 534.000 hectáreas, a la vez que es el área con la mas alta tasa de colonización (aprox. 35.000 familias).
Según fuentes técnicas (CETEFOR, 2006), se estima que en los últimos años se ha producido un promedio de deforestación anual entre 10 a 15 mil hectáreas, alcanzando a la fecha un total acumulado de aproximadamente 300 mil hectáreas. En este alarmante ritmo de deforestación, la misma fuente estima que en un tiempo no mayor a 15 años se podría llegar a un agotamiento total de la madera comercial del bosque.
Tras haberse destruido completamente el bosque primario, en la actualidad únicamente se alcanza a apreciar un bosque secundario, donde como vegetación dominante se puede observar a especies arbóreas de mediano tamaño sin ningún valor comercial como especie maderable. Los remanentes de bosques primarios, constituyen únicamente pequeñas islas. Sin embargo, tras este proceso de degradación ambiental, los impactos son aun mucho más fuertes, puesto que tras haberse eliminado al conjunto de la biodiversidad que el bosque cobija, por ejemplo quedan tras si, también suelos completamente esquilmados y compactados, producto del indiscriminado uso por la agricultura de subsistencia.
Pero, el proceso de deforestación en el trópico de Cochabamba, al parecer tiene una fortaleza de origen más complejo, que hace de este imparable. Si bien era previsible la deforestación en el área de mayor colonización, a las restantes unidades administrativas, entre otras, como las tierras comunitarias de origen Yuqui, Yaracaré, Parque Nacional Carrasco y Parque Nacional Isidoro Secure, hoy, también se encuentran en activo proceso de deforestación.
Las noticias que esporádicamente difunde la prensa local o nacional, son simplemente la muestra de lo que tras de ello se encuentra escondido. Simplemente, se trata del mismo proceso, quizás con métodos menos violentos pero si efectivos. Si mencionamos a algunas de las especies más exquisitas como la Mara, y que se habla que todavía quedan en los bosques de tierras comunitarias o áreas protegidas, en definitiva seguramente estamos hablando de los últimos individuos de una especie que prácticamente ha sido extinguida por el hombre.
Y la historia se repite en este proceso de extracción de la madera del bosque natural, primero, se termina con las especies de lujo, para luego continuar con la diversidad de las especies maderables nativas, hasta agotar con ellas, incluso de aquellas poco conocidas, por su valor económico.
En esta depredante visión de aprovechamiento del bosque, a la par de agotar las reservas maderables que en ella se cobijan, también se esta ocasionando la pérdida genética y la variabilidad de las especies, en algunos casos de especies vegetales que únicamente han evolucionado en este ecosistema.
Todo este panorama que se ve en el trópico de Cochabamba no es particular, si no un fenómeno generalizado de toda la zona tropical amazónica de Bolivia, y es el reflejo del sistema irracional de uso de los recursos naturales en el que estamos inmersos. Parte fundamental de este sistema son el estado y la sociedad. Pero, al parecer ni las leyes que el estado genera ni las instituciones de la sociedad son suficientes mecanismos como para al menos mitigar estos procesos de deforestación.
(Por Mario Coca Morante, Eco Portal, 08/10/2006)
http://www.ecoportal.net/content/view/full/63704