Alta concentração de metais pesados contamina água no Chile (em espanhol)
2006-09-29
Con vergüenza y preocupación he leído en las últimas semanas los informes y artículos de prensa que hablan de las altas concentraciones de metales pesados contaminan el agua y del intenso color verde cubre gran parte de la playa grande de Chañaral. Los pocos árboles que la Conaf y Codelco han intentado plantar se ven mustios y sin intenciones de seguir creciendo.
Así lo confirmaron los resultados preliminares de un estudio elaborado por el doctor en Geología de la Universidad de Lausanne (Suiza) Bernhard Dold, quien afirma que la playa de relaves continúa siendo un foco de contaminación y que "la población de Chañaral está principalmente expuesta a la contaminación de cobre, níquel y zinc vía el transporte eólico". El estudio argumenta que "la playa de relaves" sufre un proceso de oxidación que libera los metales contenidos hacia el mar y hacia las poblaciones.
Resultados similares obtuvo la ecóloga marina Daniela Araya, de la Universidad de Antofagasta, que en el 2004 estudió la presencia del cobre en organismos marinos. En las cholgas, por ejemplo, el cobre alcanzaba las 15 y 17 partes por millón (ppm) y la norma tolerable para el consumo humano es de 10 ppm. En el fitoplancton, el metal rojo era tanto que inhibía su fotosíntesis y por ende su reproducción.
Entonces teniendo como base estos y otros trabajos, resulta vergonzoso que se haga aparecer al lugar como libre de contaminación y mostrándolo como un sitio disponible para actividades de esparcimiento. Ya que como dicen los habitantes del lugar, la bahía donde el ex presidente Ricardo Lagos chapoteó durante 15 minutos como prueba de su descontaminación parece estar lejos de ser un lugar recuperado y limpio.
La preocupación se desprende justamente de lo mismo. El hecho que Lagos se haya expuesto a metales pesados -considerando los problemas a la salud que estos pueden generar- no es menor. Aunque durante su gobierno esto pareció ser una tendencia. Dos ejemplos para refrescar la memoria: el entonces subsecretario de Salud Ernesto Behnke comiéndose un sándwich de Mc Donalds después de descubrirse la presencia de Escherichia Coli Enterohemorrágica en el mismo local de Estación Central.
Y segundo: el ex intendente de la Décima Región, jorge Vives, bebiendo en febrero de este año un vaso de agua del contaminado Río Cruces en Valdivia, donde murieron más de 3000 cisnes de cuello negro, por los desechos vertidos por la Celulosa Arauco. Hablar de irresponsabilidad es lo mínimo, ya que en los tres casos lo que se intentaba, además de imitar los modelos norteamericanos, fue que a través de un impacto comunicacional tratar de dejar en el olvido los verdaderos problemas que se escondían en cada uno de esos conflictos.
Pero el tiempo que siempre se encarga de dar a las cosas su verdadera y correcta dimensión no ha hecho más que dejar en evidencia nuevamente a Ricardo Lagos de su baja capacidad para hacer frente realmente a los problemas y de su marcando estilo de imponer el poder de la máquina comunicacional por sobre la verdad. Lo que no sólo es tan débil como una torre de naipes, sino que se presta también para la burla y el descrédito, tal como sucede ahora en Chañaral donde se señala que no saben si la contaminación de la playa afectó la salud de Lagos o este le agregó más contaminantes a la bahía.
(Por Jordi Berenguer, La Insígnia, 28/09/2006)
http://www.lainsignia.org/2006/septiembre/ibe_050.htm