Tras el anuncio de relocalización de la planta de celulosa realizado la semana pasada por ENCE, surgieron, casi como un acto reflejo, varios rumores con respecto a cuál sería el nuevo lugar. Algún punto en el departamento de Paysandú, limítrofe con la Argentina, fue el trascendido que en principio cobró mayor fuerza.

Pero, a medida que fueron conociéndose cuáles serían las reacciones en Entre Ríos, tanto Paysandú como Soriano (departamento también limítrofe con Argentina), fueron perdiendo preeminencia, no así la hipótesis de Rocha (departamento del este del país, lindero con el Brasil). Según lo manifestado por fuentes de la empresa española a Clarín, el sitio sería en el norte del departamento, "cerca de la laguna Merín, límite natural con Brasil y sobre el río Cebollatí, que muere en esta laguna".

Lo que aparentemente intenta ENCE con esta posibilidad de ubicación de su planta, es huir de la zona de conflicto porque tienen claro que los otros puntos analizados van a presentar una gran resistencia de los ambientalistas de Entre Ríos. En esta zona estarían bien lejos del río Uruguay; no hay en Brasil ningún centro urbano de importancia; y tampoco estaría cerca de los principales puntos turísticos del departamento, como lo son La Paloma y La Pedrera".

Cuando el intendente de Rocha, Artigas Barrios, fue consultado por este diario acerca de si alguien de ENCE lo había consultado, respondió con un "no" enfático. Si bien la zona es de prioridad forestal y, en principio, estaría apta para instalar el emprendimiento. Ante la pregunta de cómo recibiría, en caso de concretarse, un emprendimiento de este tipo, Barrios señaló: "Si nos aseguran que esta planta funciona sin generar agresiones al ambiente, o al menos disminuyéndolas al máximo, tendríamos que analizarlo con la cabeza abierta."

Tanto Barrios en esta ocasión, como otros dirigente políticos en oportunidades anteriores, han mostrado cierto malestar ante el cúmulo de información "inconsistente" que suele aparecer sobre las intenciones de ENCE. Además de las idas y vueltas con la comunicación de la empresa, como ninguno de sus funcionarios en Uruguay habla, todo es rumor.

Clarín intentó comunicarse estos días en dos ocasiones con Emilio Rodríguez, número 1 de la empresa en Uruguay, pero recibió escuetos "por ahora no puede ponerse al teléfono", y un posterior corte, sin mediar otras palabras, de la comunicación.
(Por Guilherme Pellegrino, Clarin, 26/09/2006)
http://www.clarin.com/diario/2006/09/26/elpais/p-01003.htm