Limpar o Riachuelo: uma dança dos três poderes argentinos (em espanhol)
2006-09-11
Firme, alto, con voz clara, se paró y dijo: "Yo aprendí a nadar en el Riachuelo". Titular de un club chico de La Boca —el barrio que le dio el nombre a otro muy grande y por el cual su presidente, Mauricio Macri, llegó a una banca en Diputados—, el ex remero de aquellas perdidas aguas aportó un testimonio casi increíble para estos tiempos.
Fue el sábado 2, en el primer acto de presentación del proyecto de saneamiento del Riachuelo realizado en un cine-teatro todavía sin butacas (el Dante), en Almirante Brown al 1200, rescatado de su destino de playa de estacionamiento y hoy en camino a recuperar su esplendor.
A metros de ese lugar está el Comedor Los Pibes, con su enorme carga de amor y esfuerzos, y que con otras organizaciones afines fueron las destinatarias de los compromisos asumidos "frente a la gente" por la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Romina Picolotti, el ministro del Gobierno porteño del área, Marcelo Vensentini, y su igual bonaerense Silvia Suárez Arocena.
Por esta súbita conciencia ecológica derivada de la crisis por las plantas de celulosas uruguayas se ha generado también la primera gran danza entre los tres poderes de la República. Es una reacción a tono con las preocupaciones del ex presidente Juan Perón por la preservación del medio ambiente impresas en el Tratado del Río de la Plata de 1974 y trasladados al tratado por el río Uruguay que violó Montevideo y acalló Buenos Aires.
Esa obra compartida de Corte Suprema, Ejecutivo y Congreso se llama Riachuelo, el nombre del afluente por el que dicen surcara sin destino don Pedro de Mendoza. Y que hoy es un líquido viscoso sin oxígeno, contaminado, que divide el Sur porteño de la Provincia y sobre el cual viven millones de personas.
Según el historiador Antonio Bucich, la mano del largo brazo del Riachuelo es La Boca, patria chica de Quinquela y Filiberto. Ergo: su dedo mayor es la Avenida Almirante Brown, donde en un extremo está el museo de la Armada de Casa Amarilla y en el otro, esquina Lamadrid, el museo histórico de La Boca que conduce Rubén Granara Insúa. Allí están las pruebas de lo que decía el viejo remero.
El proyecto del Poder Ejecutivo crea la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo, que asume la competencia de la Ciudad de Buenos Aires y de 14 partidos de la provincia de Buenos Aires. Una especie de corte vertical en las que las jurisdicciones en juego deben ceder atribuciones y derechos.
Tendrá ocho integrantes: cuatro del Poder Ejecutivo, incluyendo a la secretaria Picolotti, que habrá de presidirlo, así como dos por la Ciudad y otros tantos por la Provincia. Las facultades conferidas a la presidencia de la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo le permiten habilitar, evaluar, sancionar, intimar, auditar, exigir, imponer, apercibir, decomisar, ordenar la cesación de actividades y clausurar establecimientos. Luego, "notificará en forma inmediata a los restantes miembros".
La única obligación ante el Congreso es brindar un informe anual. En el gobierno de Raúl Alfonsín, un proyecto del ahora macrista Jorge Vanossi quiso crear el Area Metropolitana de Buenos Aires entre Nación, Ciudad y Provincia con similares cometidos. No pasó nada, salvo el tiempo que agravó las cosas. Ahora, el nuevo proyecto será tratado mañana en la comisión senatorial de Asuntos Constitucionales, que encabeza Cristina Kirchner. Por supuesto con apuro.
(Por Armando Vidal, Clarin, 10/09/2006)
http://www.clarin.com/diario/2006/09/11/elpais/p-00810.htm