Uma visão crítica do panorama ambiental das Cordilheiras - Comentário (em espanhol)
2006-08-25
Breve resumen algunos de los temas que debería enfocar la flamante Ministro de Medio Ambiente en territorio la cordillera, donde nadie desconoce que hay un sinfín de situaciones patéticas. Con revisar los legajos de la DGByP o del IAC, cualquiera puede interiorizarse de los distintos mecanismos utilizados para la apropiación de tierras del Estado y su consiguiente traspaso a manos privadas.
Hace más de 30 años que decidí «enterrar mis raíces» en el N.O.. de la cordillera chubutense y más precisamente en el incomparable Valle de Epuyen, un lugar en el mundo al que decidí amar y proteger como si fuera parte de mi propia familia... y les puedo asegurar que esas buenas intenciones además de causarme un montón de disgustos, me ha transformado en una persona en permanente estado de alerta ambiental, ya que son innumerables las causas de mis desvelos y las de muchos amigos y colaboradores del «Proyecto Lemu» (una iniciativa ambiental con enfoques localistas pero que incluye una perspectiva biorregional).
Por supuesto que esta insistencia, aunada a un discurso poco complaciente y frontal, me ha granjeado también unas cuantas enemistades en algunos sectores políticos y empresariales de nuestra provincia (los más mezquinos) y de todas las corporaciones transnacionales que están intentando poner un pie (o ambos) en esta parte de la Patagonia.
Sin embargo debo admitir que en los últimos años las Ong conservacionistas también hemos recibido un inédito reconocimiento por parte de la población, que lentamente está recuperando su conciencia ambiental, aplastada por las botas militares y anestesiada luego por los espejitos de colores de los 90.
Es que todo el mundo está comprendiendo una realidad ya imposible de disimular: «-El ser humano ha desatado una guerra de aniquilación suicida en contra de su único cobijo posible, el Planeta Tierra...» y si alguien está intentando detener esa locura, no son precisamente los políticos en el poder, habitualmente teñidos de corrupción, ni sus socios empresarios cegados por los millonarios negocios del Estado.
Y quienes hemos sido vapuleados, demonizados y ridiculizados como «fundamentalistas ecológicos» por las distintas administraciones públicas, ahora somos escuchados cada vez con mayor atención por nuestros vecinos.
Ya que a nadie le cabe duda que, si nos opusimos a la construcción de una represa que iba a inundar todo el Valle de Epuyen, impedimos la tala rasa de muchos bosques de Ciprés y Coihue y condenamos las forestaciones de pinos... si logramos obstaculizar la instalación de un repositorio nuclear en Gastre y luchamos en contra de la explotación minera en toda la Provincia... no lo hacemos como le gusta decir a los medios oficialistas porque somos «máquinas de impedir el progreso»... sino porque somos conscientes que debemos defender la enorme riqueza biológica de esta región privilegiada, y pretendemos conservar nuestra propia calidad de vida y la de nuestros hijos y nietos...
Por todo eso y por mucho más, es que hoy decidí puntear en este breve resumen algunos de los temas que debería enfocar la flamante Ministro de Medio Ambiente en territorio la cordillera, y de paso, sugiero que este listado nos sirva a todos de ayuda memoria, para notar si en los próximos meses se toman cartas en estas situaciones conflictivas o si todo seguirá por el mismo carril que hasta ahora, pero con otro traje (lamento tener que recordarles que la única otra Provincia que creó un Ministerio de Medio Ambiente es Misiones... un ejemplo nefasto del desmadre ambiental causado por ese cocktail letal de devastación ecológica y negociados corporativos).
Areas Naturales Protegidas Provinciales
Desde el año 1996 existe un anteproyecto para ampliar la Red de Areas Naturales Protegidas de la Provincia del Chubut. Un documento que surgió en el seno mismo de la DGByP y abarcaba 14 sitios en donde, debido a sus inmejorables condiciones ecológicas y paisajísticas se imponía la creación de sendos Parques Provinciales siguiendo con la tradición inaugurada por El «P.P. Cerro Pirque» en Epuyen (1993) y continuada por el «P.P. Río Turbio» (1995). Sin embargo por cuestiones políticas e inmobiliarias esas maravillosas extensiones de bosque situado en Tierras Fiscales, nunca pudieron ser preservadas para el bien de toda la sociedad, sino que han sufrido continuas mutilaciones bajo distintas formas, pero con el mismo fin: La privatización creciente de parte de esas tierras, para el provecho personal de algunos ricos y poderosos en desmedro del resto de los habitantes de este país.
Nadie desconoce que hay un sinfín de situaciones patéticas en la cordillera, pero como caso testigo podríamos mencionar aquel bochornoso «alquiler» por 60 años de unas 2000 Has de lengales a orillas del Lago La Plata, al «Grupo Juncal» de Bs. As, por el irrisorio precio de 15.000 dólares... Ese predio que iba a ser parte del nunca creado «Parque Provincial Lagos La Plata y Fontana» hoy está alambrado perimetralmente y en su interior se construyó una hostería, inaugurada en su momento por un ex vice-gobernador de la Provincia...
Mis archivos están plagados de truchadas parecidas, pero con revisar los legajos de la DGByP o del IAC, cualquiera puede interiorizarse de los distintos mecanismos utilizados para la apropiación de tierras del Estado y su consiguiente traspaso a manos privadas (a menudo con anuencia o connivencia de algún dis-funcionario público).
Es evidente bajo cualquier análisis ambiental y social, que deberíamos aprovechar la inmensa riqueza natural de esta provincia y la extraña coyuntura de que el Estado sea aún dueño de una enorme superficie de Tierras y Bosques Fiscales (aprox. 1 millón de Has.), para volver a impulsar esta propuesta archivada en su momento por otro ex Director de la DGByP (el Ing Omar Picco), siendo un reclamo de todo el ámbito de organizaciones ambientales patagónicas y contando con el beneplácito de la mayoría de los habitantes cordilleranos... por la sencilla razón que un Parque Provincial es un bien a futuro del que ningún gobernante ni empresario por más poderoso y vivo que sea, podría apropiarse jamás.
Obras Hídricas
El tema de las Obras Hídricas que se están llevando adelante en la zona cordillerana es otro punto en el cual se vuelven a contraponer, por un lado los intereses ambientales y turísticos y por el otro los intereses productivos asociados a las obras públicas estatales. Es muy sencillo: Quienes defendemos la pristinidad del ambiente y su autorregulación estamos señalando desde hace añares que: «No existe en ninguna repartición pública ni un sólo Ingeniero Hidráulico especializado en ríos de montaña». Vale a decir que todas las obras que se han realizado y se siguen llevando adelante, han sido proyectos dibujados por individuos no aptos para diseñar obras de mitigación adecuadas... y el resultado está a la vista en todo el N.O. en donde se han intervenido ríos de forma errónea, con maquinaria inapropriada y con resultados desastrosos (el caso de los ríos Azul en Lago Puelo y Quemquemtreu en El Bolsón es sencillamente patético).
Claro que esta visión no es compartida por algunos desubicados que han colocado sus viviendas y sus sembradíos en el paleocauce mismo de esos ríos... y ahora patalean para que el Estado invierta millones de pesos para enderezar, ensanchar y dragar esos cursos de agua, intentando reducirlos a meros canales de riego con costosísimas paredes de cemento armado en sus orillas (como en el caso del Arroyo Esquel).
Obviamente a nadie se le escapa que el actual gobierno reestructuró la Dirección de Recursos Hídricos y creó otra dependencia llamada «Obras Hidricas» que maneja un presupuesto millonario, incluyendo fondos que llegan de la Nación (Fondo de Emergencias Hidricas)... «- Una suerte que «no hay que desperdiciar», según dichos de sus propios funcionarios»... Y todos sabemos que los mayores beneficiarios de esas obras son las empresas hídricas que consiguen las oportunas y millonarias contrataciones directas... como en el caso de todas las «Obras de restauración» que están realizando en el Río Epuyen, y los arroyos Blanco y Pedregoso Norte (en las localidades de El Hoyo y Epuyen).
¿Existirá voluntad para investigar la transparencia y la idoneidad de esas obras?
¿O seguiremos pagándole a las empresas una enorme cantidad de dinero por cada tonelada de material removido... aunque todos los manuales de hidrología sugieren que: «... jamás habría que dragar un río de montaña»... y de paso seguiremos deformando arroyos llenos de biodiversidad en acequias estériles, para llenarle los bolsillos a los proveedores de tanto hierro y concreto?
Forestaciones
Luego del interminable conflicto sobre la instalación de las pasteras en Gualeguaychu, es hora que los patagónicos comprendamos de una buena vez que: «-Atrás de cada gran forestación se encuentra agazapada una fábrica de celulosa»... con todas las consecuencias que eso implica. Voy a desglosar el panorama para que se entienda otro de los grandes negociados de las corporaciones nacionales y extranjeras que dicen tener el noble propósito de «arriesgar e invertir» sus capitales, para que nuestro país vuelva a ser un enorme y verde «bosque»: Primero y principal una forestación no es un bosque sino un sediento monocultivo de especies exóticas e invasoras que agotan los suelos e impiden el desarrollo de otras especies nativas. Llamados «desiertos verdes o plantaciones del silencio», este tipo de negocio multimillonario comenzó en los ’70 a tomar fuerza en Brasil (hoy posee 5 millones de Has forestadas) y el modelo se expandió a Chile favorecido por la dictadura de Pinochet (2.200.000 Has), para finalmente aterrizar en Uruguay y en nuestros país... Y, en todos los casos, esto ocurrió luego que el Estado ofreciera un subsidio forestal que se fue incrementando de acuerdo a las exigencias y a la angurria de las corporaciones forestales. La cuestión es que si uno hila finito podrá darse cuenta que el negocio forestal se impuso en el Hemisferio Sur a costa de los bolsillos de todos y nuevamente para el beneficio exclusivo de unos pocos.
Para dar un ejemplo concreto: Desde hace muchos años el costo de todas las forestaciones que realiza Bennetton, se lo financiamos nosotros, pero atención que el negocio no termina aquí ya que cuando este holding decida cosechar los pinitos que le subsidiamos nosotros tampoco va a pagar un sólo peso de aforo al Estado ya nuestros gobernantes fueron tan generosos que los han eximido de impuestos. Pero atención que aquí viene la frutilla del postre: Para cerrar el negocio desde la entrada en vigencia del Protocolo de Kyoto esa empresa va a comenzar a recibir un dinerillo también de parte del Estado italiano, ya que cada pinito que nosotros le regalamos califica para la transacción de bonos verdes (una manera que encontraron los gobiernos y empresarios del norte para seguir contaminando, ya que según ellos esas forestaciones van a compensar una parte del CO2 que sus fábricas emiten a la atmósfera)...
Para finalizar esta cadena de despropósitos vuelvo al principio: Cuando las forestaciones superan un número determinado de Has., atrás de ellas sólo puede situarse una fabrica de Celulosa que puede ser italiana, sueca, norteamericana, o de cualquier otra nacionalidad dependiendo del caso.
Es por eso que no me canso de avisar a todo el que quiera escuchar, que el descabellado plan de forestar de 1 a 5 millones de Has de la meseta chubutense impulsado por el Ciefap y aplaudido por la mayoría de los políticos provinciales, es un gravísimo error que lo van a lamentar nuestros hijos, además de ser otro golazo de los empresarios que acostumbran crecer a costillas de los Estados.
¿Quién se atreve a eliminar ese absurdo subsidio forestal para las corporaciones y explicarle a los muchachos que si quieren plantar árboles paguen su costo... como cualquier verdulero que quiere vender lechuga y se decide a sembrarla él mismo para mejorar sus ganancias.
Explotación Minera
El oro, la plata y todos los demás minerales que se esfuman por los mineraleoductos de nuestro país, son una de las mayores atracciones de la Argentina para los empresarios extranjeros. Según el Diario La Nación, «la inversión» (otra vez el verso de las «inversiones») en minería alcanzó el año pasado los 2500 millones de pesos, un 24% más que en 2004, y en 2006 se elevará un 340%, para llegar a los 11.000 millones en 2006, Así, en los últimos dos años, la cantidad de proyectos mineros aumentó de 50 a 200 (datos de la Secretaría de Minería).
Sin embargo, no todos los gobiernos provinciales muestran el mismo apoyo a la minería, dice el diario... y yo agrego: Sobretodo los que están cayendo en la cuenta que las supuestas «inversiones» nunca fueron tales para el país, menos para las provincias. Ya que en la práctica estas poderosas corporaciones extranjeras terminan explotando los minerales a un costo bajísimo, están exentos de casi todos los impuestos, se llevan el total de los minerales dejando una mínimas regalías de 2 % a boca de mina, y nosotros además les reintegramos parte del dinero (4 %) si exportan «nuestra riqueza» (ahora de ellos), a través de puertos patagónicos. De paso es bueno recordar que, en la mayoría de los casos se llevan mucho más de lo que dicen... ya que «mezcladito» incluyen un montón de otros minerales rarísimos y muy cotizados en el Hemisferio Norte.
Aclaremos además que esos miles de millones que pregonan estar invirtiendo en el país, incluyen el valor de todas esas costosísimas maquinarias que son propiedad de las empresas y que se van a otra parte una vez que el yacimiento está agotado...
Claro que, como si esto fuera poco, la minería a cielo abierto y con utilización de cianuro u otras sustancias tóxicas, invariablemente nos deja un desastre ambiental de proporciones dantescas, del que en el mejor de los casos, será nuevamente el Estado (o sea todos nosotros) quien deberá hacerse cargo y pagar la remediación (muchas veces inservible o insuficiente) para paliar semejante legado de contaminación y saqueo. Aparentemente en Chubut y en la Nación algunos se estan dando cuenta que los números no cierran, que nos están usando de profilácticos como le gusta metaforizar al Gobernador y que la gente no está dispuesta en esta provincia a comprar los espejitos de colores de la Meridian Gold canadiense o de la Pacific Rim Corporation «argentina» (?)...
De la misma forma es necesario que el Gobierno comprenda que la población tampoco está dispuesta a confundir una suspensión provisoria en el otorgamiento de concesiones, con una prohibición definitiva de esa actividad... Y ese es otro de los puntos neurálgicos que deberá resolver este Ministerio, al compás del frenesí pre-electoral que insólitamente comenzó un año y medio antes de los comicios...
Obviamente hay mucho más tela que cortar sobre los múltiples temas ambientales que atañen a la provincia y a este Ministerio siendo el panorama petrolero y el ictícola muy relevantes, sin embargo creo que de eso pueden opinar con mucha más propiedad quienes los padecen y lo viven a diario en las biorregiones costera y de la meseta («zapatero a sus zapatos» decía mi abuelita y agregaba: «no hables de lo que no sabes hijito ya que para eso sobra con el discurso de los políticos».
Para cerrar simplemente una reflexión que trasciende la disyuntiva sobre la creación de este Ministerio (¿Una repentina toma de conciencia ambiental iluminadora o un simple emprolije de la imagen para captar más votitos?: «-Hasta que no logremos cuestionarnos a fondo nuestras prioridades y objetivos, y hasta que no volvamos a comprender que NO somos entidades separadas del Planeta que nos cobija... la crisis va a seguir avanzando inexorablemente hasta un punto en que no podremos volver atrás como civilización...».
(Por Lucas Chiappe, Eco Portal, 24/08/2006)
http://www.ecoportal.net/content/view/full/62407