El gobierno de Néstor Kirchner envió hace 17 días una carta a la Bolsa de Nueva York y a la Comisión de Valores estadounidense, advirtiendo sobre cuantiosas pérdidas que podrían registrar quienes inviertan en el financiamiento de las plantas de Botnia y ENCE. Según publicó el matutino bonaerense Página/12, en las misivas se afirma que además del juicio en La Haya, Botnia sufrió el retiro del banco holandés ING, y que en Uruguay debió a afrontar demadas de los funcionarios que autorizaron las obras.

Cabe señalar que las cartas fueron enviadas el 30 de junio, por el cónsul Héctor Timerman y su par en Washington, Rodolfo Cerviño, cuando todavía no se conocía el fallo de la Corte acerca de las medidas cautelares y que finalmente otorgó la razón a los argumentos uruguayos de manera contundente.

La financiación de ENCE también fue blanco de las acciones mediante una advertencia que se realizó unos dos meses atrás a la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación, una de las firmas que podría brindar apoyo económico a la empresa de celulosa.

En la nota periodística también se recordó que la táctica de "asfixia financiera" fue implementada por la abogada Romina Picolotti, antes de asumir como secretaria de Medio Ambiente, "por fuera del ámbito gubernamental, como patrocinante de los vecinos de Gualeguaychú y desde el Centro de Derechos Humanos y Ambiente (Cedha), que ahora quedó a cargo de su marido, Daniel Taillant".

Litigio
En otro orden, la Corte Internacional de Justicia de La Haya estableció ayer los primeros plazos para presentar los argumentos acerca del litigio de fondo en la demanda presentada por Argentina contra Uruguay.

Según las fechas fijadas por la Corte, Argentina cuenta hasta el 15 de enero de 2007 para presentar su documentación. Una vez presentada se dará vistas a Uruguay, el cual tendrá hasta el 20 de julio de 2007 para presentar sus alegatos de defensa, esto debido a que el plazo para la parte demandada se empieza a contar a partir de la fecha límite del Estado denunciante.

Luego de las presentaciones se abre un período de contramemorias, que también se regula por períodos de aproximadamente seis meses para cada una de las partes, y recién luego los magistrados establecen la citación para la audiencia oral. Dado que todo el proceso puede implicar entre tres y cuatro años, el gobierno argentino tiene la intención de acelerar los plazos presentando sus memorias lo antes posible. El objetivo es llegar al fallo definitivo antes de que comience a funcionar la planta de Botnia en agosto de 2007.
(La Republica, 18/07/2006)
http://www.larepublica.com.uy/lr3/?a=nota&n=217625&e=2006-07-18