Haia rejeita por 14 votos a 1 pedido argentino contra fábricas de celulose no Uruguai (em espanhol)
2006-07-13
Se negó por 14 votos a 1 a dictar una medida cautelar hasta que se resuelva el fondo del debate. Según el tribunal internacional, la delegación argentina no logró demostrar aún que las plantas estén produciendo un daño irreversible al medio ambiente. En Gualeguaychú, los ambientalistas tomaron el fallo con decepción, pero con calma. Y durante las próximas horas definirán los pasos a seguir.
Con una advertencia acerca de la necesidad de proteger el medio ambiente, pero explicando que la representación argentina no logró convencer en su denuncia de que la construcción de las dos papeleras en Fray Bentos ya producen (o lo harán en un futuro inmediato) daños irreparables, el Tribunal Internacional de La Haya rechazó esta madrugada el pedido de una medida cautelar de la Argentina para que se suspendan las obras de las plantas de Botnia y ENCE en Uruguay.
"Argentina no ha persuadido a la Corte de que la construcción de las plantas presenta un daño irreparable ni se ha demostrado que sea una amenaza actual de daños irreparables sociales y económicos", planteó la presidenta de la Corte, la inglesa Rosalyn Higgins, acerca de la solicitud provisoria, mientras se define el fondo del caso en La Haya, algo que puede demorar unos cuatro o cinco años.
Sobre eso hubo alguna alusión circunstancial. Según los miembros del tribunal, aún no está claro que Uruguay haya violado el Estatuto del Río Uruguay cuando autorizó la construcción de las plantas, en un proceso que comenzó hace casi tres años. Sin embargo, esa cuestión de fondo se definirá recién en unos años. Pero lo que se definía hoy era si la Corte aceptaba suspender las obras por el momento y consideró que "en esta etapa de la construcción" de las dos pasteras no hay "fundamentos" para acceder al pedido.
Fue un fallo contundente desde los números: 14 votos en contra del pedido argentino y uno a favor. En los fundamentos, la Corte aseguró que no está "convencida de que la de la Argentina sea la interpretación correcta".
En Gualeguaychú, donde decenas de asambleístas se reunieron en un teatro de la ciudad, la decisión fue tomada con decepción, pero con calma. Era bastante previsible, en función de los antecedentes de la Corte Internacional. De hecho, hubo algunos aplausos ni bien se conoció, quizás como reconocimiento propio a la pelea dada hasta ahora, y luego algunos cantos en contra de las plantas.
Eran escasas las posibilidades. Y el fallo es inapelable, aunque técnicamente es factible pedir nuevas cautelares en un futuro. El pleito por las papeleras sigue: más allá del fallo de hoy, Argentina aspira a que se declare la responsabilidad internacional de su vecino porque —dice— violó un Estatuto firmado por ambos para preservar el río. Esas sentencias suelen demorar años.
Las mayores esperanzas del Gobierno radicaban en la posibilidad de que los jueces al menos dispusieran una medida provisional distinta, como un estudio de impacto ambiental más completo que el que presentó Uruguay o una suspensión de las obras más breve que la que solicitó Argentina. Eso no ocurrió, y con la construcción de las plantas sin impedimentos tendrá que seguir el camino judicial en La Haya.
(Clarin, 13/07/2006)
http://www.clarin.com/diario/2006/07/13/um/m-01232990.htm