Para o Greenpeace, governo mexicano insiste "em mentir" sobre o fim do desflorestamento no país (em espanhol)
2006-06-30
A pesar de no tener evidencia científica que la respalde, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) insiste en afirmar que la tasa deforestación se ha reducido a menos de la mitad durante esta administración. Sin embargo, la información de la Secretaría se basa en datos amañados y carece de respaldo científico, por lo que no cuenta con el reconocimiento de académicos y organizaciones internacionales, denunció Greenpeace.
“Resulta incomprensible que el secretario de medio ambiente, José Luis Luege, insista en mantener la mayor mentira ambiental de este sexenio afirmando que el ritmo de deforestación se ha reducido a casi a la tercera parte a partir del año 2000 a la fecha, es decir, apenas 234 mil hectáreas por año (ha/año). Esta mentira empezó con Alberto Cárdenas y ahora la repite el actual secretario. Sin embargo, los estudios científicos independientes la contradicen y ha generado suspicacia entre académicos y funcionarios”, afirmó Héctor Magallón, coordinador de la campaña de bosques y selvas de Greenpeace.
Por ejemplo, en el Segundo Estudio de País de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) se afirma que: “... no tenemos datos confiables de la pérdida o ganancia de cobertura vegetal del país. Se calcula que en México la tasa de deforestación entre 1970 y 1990... fue de alrededor de 800 000 ha por año. Para la década posterior, la Semarnat considera que se deforestaron 260 000 ha por año, lo cual sería un muy buen signo de la efectividad de las políticas ambientales previas, pero desafortunadamente esta información es difícil de confirmar”.
Por otro lado, los estudios elaborados por el Instituto de Geografía de la UNAM, publicados en revistas científicas (revisados por pares) estiman que la tasa de deforestación de México es de entre 500 mil y 600 mil ha/año, en tanto que la Organización Internacional de Maderas Tropicales (OIMT), estima que es de 400 mil.
“Las principales causas de deforestación en nuestro país son la conversión de los bosques en potreros para ganado y tierras de cultivo y la tala ilegal (82 y 8 por ciento de la deforestación, respectivamente). Los principales programas de la Semarnat para la conservación de los bosques- la reforestación, combate a incendios y plantaciones forestales comerciales- no atienden estos problemas. En vista de esto, ¿cómo se atreve a a afirmar que la deforestación ha disminuido? Sólo mediante la manipulación de los datos se puede entender una reducción “ficticia” en la tasa de deforestación en nuestro país”, continuó Magallón.
Un ejemplo claro de esta manipulación es la eliminación de los matorrales de la definición de bosques. Con este cambio se excluye de las cuentas de deforestación a este ecosistema y a grandes superficies de manglar y de selva baja caducifolia con lo que la suma total de deforestación disminuye. La propia FAO reconoce este hecho en al comparar los estudios del Instituto de Geografía de la UNAM y las cifras de Semarnat: “ los autores (del estudio de la UNAM) estiman que la tasa de cambio anual... es de 545 000 ha/año. Sin embargo, esta tasa incluye toda el área de "Matorrales", la cual no califica como bosque de acuerdo a la definición utilizada en la ERF 2005...Si únicamente miramos las cifras para "bosque" y "selvas" en el estudio de Velásquez et al., la tasa de cambio neta anual viene siendo de 350 300 ha/año”.
Las definiciones de FAO pueden ser adecuadas para otros países pero no existe razón para excluir a los matorrales de la definición de bosques de nuestro país. De hecho, la propia ley incluye a estos ecosistema dentro de las zonas boscosas ya que define a la Vegetación forestal de zonas áridas como “aquélla que se desarrolla en forma espontánea en regiones de clima árido o semiárido, formando masas mayores a 1,500 metros cuadrados. Se incluyen todos los tipos de matorral, selva baja espinosa y chaparral...”.
“No hay motivo para no considerar a los matorrales dentro de la definición de bosque en nuestro país y al hacerlo se excluyen grandes extensiones de manglar y selva baja caducifolia, dos de los ecosistemas más importantes y que más rápidamente están desapareciendo. Cambiar la definición puede generar una disminución “artificial” en la tasa de deforestación reportada pero no cambia la realidad: México está perdiendo sus bosques a un ritmo que sólo superan Brasil, Indonesia, Sudán y Zambia. Esta situación no cambiará mientras las políticas públicas del sector sigan excluyendo al 65 por ciento de nuestros bosques y selvas (36 millones de hectáreas), los cuales carecen de apoyos y son susceptibles de sufrir tala ilegal y de ser convertidos en potreros y tierras de cultivo”, concluyó Magallón.
Actualmente se destina sólo 0.11 por ciento del presupuesto federal a la conservación de los bosques y sólo 0.018 por ciento a apoyar el manejo forestal sustentable de las comunidades y ejidos que en conjunto poseen el 80 por ciento de las zonas forestales de nuestro país.
(Eco Portal, 28/06/2006)
http://www.ecoportal.net/content/view/full/60829