El presidente Néstor Kirchner encabeza la lista de políticos argentinos que expresaron su interés por alcanzar un acuerdo diplomático para solucionar el diferendo por las plantas de celulosa antes de que se expida la Corte Internacional de Justicia de La Haya. En Uruguay se sigue ofreciendo el monitoreo conjunto de las fábricas. "Quiero un acuerdo. Estoy dispuesto a un acuerdo", afirmó Kirchner.

De acuerdo a lo consignado por la agencia Noticias Argentinas, en la víspera un matutino bonaerense publicó que el presidente argentino está "dispuesto" a acordar con el gobierno uruguayo una solución para el conflicto bilateral por la instalación de las plantas de celulosa. "Quiero un acuerdo. Estoy dispuesto a un acuerdo", afirmó Kirchner.

En la entrevista el primer mandatario aseguró que su gobierno tiene la intención de aislar la disputa y distender las relaciones con Uruguay. Y que si fuera necesario aceptaría la intervención de los obispos de ambos países, para estos encuentren "una fórmula de diálogo". "Yo me sentaré donde me digan", dijo Kirchner haciendo referencia a una eventual acción conjunta de la iglesia.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Representantes del Mercosur, y ex vicepresidente argentino, Carlos "Chacho" Alvarez, aseveró ser "optimista" respecto a la obtención de una salida diplomática al conflicto. A la vez, indicó que "ha mejorado mucho el clima del vecindario", y que tras la sesión del Consejo del Mercosur del pasado viernes se puede asegurar que "salimos de esa zona de crisis terminal que se había instalado".

Además consideró que el ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur creará un "entorno (que) va a ayudar a la resolución del conflicto entre Argentina y Uruguay". En la misma línea el sábado, el ex canciller y actual diputado Rafael Bielsa, declaró a Radio 10 que tiene el "pálpito" de que el diferendo "tendrá una solución diplomática" antes de que se expida la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Según aclaró ese sentimiento proviene del análisis de que "Argentina tiene razón en términos jurídicos" ello "no quiere decir que la Corte se la vaya a dar". Siguiendo ese esquema de razonamiento, el ex canciller remarcó que "la sabiduría popular dice vale mejor un mal acuerdo que un buen juicio".

Buena voluntad uruguaya
De este lado del río, y consultado acerca de las declaraciones de los líderes políticos argentinos, el canciller Reinaldo Gargano recordó que días atrás el presidente Tabaré Vázquez solicitó que se comenzara a buscar el camino para retomar el diálogo luego de que la Corte de La Haya se pronuncie acerca de la medida cautelar de suspensión de las obras de Botnia y Ence solicitada por Argentina.

Tras reiterar que el fallo del tribunal internacional es condición previa para el reinicio de las negociaciones, Gargano dijo que "el esfuerzo que deben hacer ambos gobiernos es de tratar de restituir a los argentinos y uruguayos al clima de amistad y buena vecindad que hemos tenido siempre. Es una cosa impensable la tensión que se ha generado".

En ese sentido subrayó que "el camino a la solución" es el monitoreo conjunto y riguroso de la instalación y la gestión de las plantas por parte de ambos gobiernos, porque "si contaminan en un lugar van a contaminar en otro y lo importante es que no contaminen nada". Finalmente el canciller destacó que en el gobierno uruguayo "hay buena voluntad" para alcanzar ese acuerdo, para luego concluir diciendo: "yo espero reciprocidad de la parte argentina, pero quiero sobretodo actuar inmediatamente después del dictamen de la corte de La Haya".
(La Republica, 19/06/2006)
http://www.larepublica.com.uy/lr3/?a=nota&n=214561&e=2006-06-19