El Gobierno anotó como gestos conciliadores de Uruguay las recientes declaraciones del presidente Tabaré Vazquez convocando a Néstor Kirchner a reabrir las negociaciones directas para solucionar el conflicto entre los dos países por las pasteras en Fray Bentos. En el mismo sentido fueron leídos los dichos de ayer del canciller Reinaldo Gargano, lamentando la repercusión negativa que tuvo el diferendo en la relación bilateral, y una carta que recibió Kirchner, firmada de puño y letra por Vázquez, en la que lo invita a la XVI Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado, que se realizará en noviembre en Montevideo.

No obstante, el conflicto por las pasteras será abordado el próximo viernes en una reunión de los cancilleres de los países del Mercosur en Buenos Aires y que será una suerte de encuentro preparatorio de la cumbre del 20 y el 21 de julio, en Córdoba. Fuentes diplomáticas contaron que Gargano llevará el tema a la reunión del viernes que, según el argentino Jorge Taiana, tendrá "agenda amplia". Estarán, además, la paraguaya Leila Rachid, el brasileño Celso Amorín y el venezolano Alí Rodríguez.

A la par, fuentes de la Iglesia uruguaya expresaron su satisfacción por las señales conciliatorias del gobierno de Tabaré y abogaron por un encuentro cara a cara entre los dos presidentes. La agenda de los ministros del viernes incluye tres puntos: auscultar la marcha del protocolo que estipula el ingreso de Venezuela al Mercosur; la búsqueda de una posición consensuada para llevar a las reuniones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se realizarán a fin de mes en Ginebra y donde, básicamente, importa el tema de los subsidios agrícolas; y el análisis de "la situación del Mercosur".

Precisamente por la amplitud de este último ítem es que se descuenta que Gargano presentará el tema ante los otros miembros del bloque. La excusa para evitar un rechazo argentino podría ser que Uruguay ya ha planteado una demanda en el Mercosur contra la Argentina a raíz de los prolongados cortes de ruta que cerraron los pasos fronterizos en Entre Ríos, en un intento por regionalizar el conflicto. Todos estos movimientos, aún los más conciliadores, llegan a pocos días de los alegatos de cada uno de los países en al Corte Internacional con sede en La Haya, donde los dos Estados litigan.

La carta que recibió Kirchner de su colega uruguayo es estrictamente formal. En criollo: Vázquez no podía haber dejado de mandarla en su calidad de anfitrión de la Cumbre Iberoamericana. Se la entregó a Taiana el embajador charrúa en Buenos Aires, Francisco Bustillo. Tiene cuatro párrafos y concluye con un saludo en el que expresa "mi más alta y distinguida consideración y estima personal".

El lunes a la noche, Vázquez había hecho declaraciones a un canal de su país: "Yo he escuchado expresiones del presidente Kirchner favorables a mejorar nuestra relación. Confío en su palabra y creo que, pasada esta primera instancia que se va a dar en La Haya, tenemos que buscar caminos de encuentro, caminos diplomáticos, de superar este intervalo tan triste que le tocó vivir a nuestros países", dijo. Y agregó: "Cualquiera sea el escenario del día después (del fallo de la Corte), el único camino que nos queda es el del diálogo".

Gargano, que estuvo exiliado en Argentina, se expresó en forma más coloquial: "Cómo es posible que dos pueblos que lucharon conjuntamente para recuperar la democracia y que pagaron un precio tan alto en sangre, en presos, en exiliados para recuperar la democracia tengan un diferendo de esta naturaleza", dijo.
(Clarin, 14/06/2006)
http://www.clarin.com/diario/2006/06/14/elpais/p-01401.htm