Tal como estaba previsto la cadena de radio y televisión comenzó a las 21 horas, aunque se extendió poco más de los 30 minutos previstos. El evento comenzó con la alocución del ex director de la Dirección Nacional de Medio Ambiente, Andrés Saizar, quién aseguró que "se hicieron los estudios de evaluación del impacto ambiental" antes de autorizar la construcción de las plantas en Fray Bentos, según se trate de Ence en octubre del 2003 o de Botnia en febrero del 2005.

Ante todo el Poder Ejecutivo, legisladores, intendentes y líderes políticos de partidos con y sin representación parlamentaria que colmaban el salón de actos del Edificio Libertad, el ex funcionario de Jorge Batlle detalló que entre las acciones desarrolladas se dispuso que Botnia y Ence se integren a una comisión de seguimiento para asegurar la efectiva realización de los controles ambientales.

La oratoria prosiguió luego a cargo del doctor Felipe Paolillo, ex funcionario de la Cancillería y actual asesor del equipo legal que defenderá a Uruguay ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, quién se centró en los aspectos legales relacionados con los emprendimientos forestales. En tal sentido, aseguró que "se cumplió con el Estatuto del Río Uruguay, porque la única finalidad de este es garantizar la oportunidad de informar a cada una de las partes (acerca de los proyectos vinculados al cauce de agua compartido) y dar la posibilidad a estas de presentar observaciones".

Asimismo afirmó, mientras las imágenes transmitidas por televisión daban cuenta de grandes cajas de cartón que contenían los voluminosos expedientes de Botnia y Ence, que Uruguay brindó toda la información requerida por Argentina; a tal punto que la superación del diferendo quedó establecida en 2004 en un documento firmado por los cancilleres de ambos países y presentado al Congreso argentino en la memoria anual del Poder Ejecutivo correspondiente a ese año.

"En el acuerdo también se estipuló el monitoreo por parte de la Comisión Administradora del Río Uruguay para cuando las plantas estén operativas", aseveró para luego lamentar "se proporcionó toda la información pero Argentina continuó pidiendo más".

Paolillo también incluyó en su exposición un resumen de las conclusiones de los estudios de impacto ambiental realizados por técnicos del Banco Mundial para remarcar que "de la información no surgió que el funcionamiento de las plantas perjudique las aguas" del río Uruguay. La segunda parte de la cadena informativa fue destinada al intendente de Río Negro Omar Lafluf, quien narró la incidencia que las plantas tienen en su departamento y en el país.

En ese orden precisó que en el territorio uruguayo se disponen de 714.000 hectáreas forestadas, superficie que corresponde al 4% del país y al 20% de las tierras que se denominan dentro de la prioridad forestal. Pero además remarcó que desde el principio de la planificación del modelo de desarrollo forestal, en los años 60, se estableció que las áreas destinadas a esta actividad deberían no tener otra utilización y que la Dinama "no entregó un cheque en blanco para la autorización de la construcción" de las fábricas que deben aprobar distintas etapas de control.

En referencia concreta a Botnia y Ence, dijo que la llegada de estas empresas ha significado que un gran número de emprendimientos turísticos, comerciales, industriales y de transporte, que habían cerrado o no existían en el departamento; hoy preparan sus puertas para reabrir o se han instalado en él ofreciendo más fuentes de trabajo para los rionegrinos.

Lafluf, también se dirigió a la comunidad internacional y reclamó: "Somos un país chico integrado a un bloque regional con dos países grandes. Siempre quise un Mercosur donde los grandes y los chicos creciéramos juntos como en una cooperativa. Déjennos crecer para transformar ese crecimiento en mejor calidad de vida para nuestra gente".

La oratoria fue cerrada por el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Mariano Arana, único representante del actual gobierno que hizo uso de la palabra. Arana resaltó que cada autorización que se entrega a las plantas de celulosa esta condicionada por la presentación y aprobación de planes de gestión ambiental. Pero además aseguró que en el futuro "podrán agregarse más exigencias en consonancia con los avances científicos" que se alcancen para minimizar el impacto ambiental.

Y aseguró que las exigencias de calidad de los cursos de agua a nivel nacional son "más exigentes" que los acordados con Argentina para los ríos compartidos. Finalmente, Arana dijo rechazar la dicotomía planteada por los opositores a las plantas según la cual el crecimiento económico es contrario al cuidado de la salud y el medio ambiente. "Ni monocultivos que empobrecen el equilibrio ambiental ni fundamentalismo que empobrecen el equilibrio mental", sentenció.
(La Republica, 30/05/2006)
http://www.larepublica.com.uy/lr3/?a=nota&n=212329&e=2006-05-30