Organizações internacionais querem debate sobre passivo provocado pela biologia sintética (em espanhol)
2006-05-29
Una coalición de treinta y ocho organizaciones internacionales, que incluye científicos, ambientalistas, sindicalistas, expertos en armas biológicas y defensores de la justicia social llaman a un debate público urgente sobre la biología sintética, un campo en rápido avance que abarca la construcción de formas de vida artificiales, nuevas y únicas, diseñadas para tareas específicas.
El 20-22 de mayo, un grupo de biólogos se reunieron en Berkeley, California, con el objetivo de llamar a un código voluntario de conducta que autorregule su trabajo. Las organizaciones que firman la carta abierta llaman a los que trabajan en biología sintética a abandonar sus propuestas de autorregulación y a que se comprometan en un proceso incluyente de debate social global sobre las implicaciones de su trabajo.
"Los investigadores reunidos en Berkeley reconocen los peligros que conlleva la biología sintética en manos equivocadas, pero ingenuamente soslayan la posibilidad -o la probabilidad- de que miembros de su propia comunidad no sean capaces de controlar o predecir el comportamiento de la biología sintética o sus consecuencias sociales," afirmó Jim Thomas del Grupo ETC.
"Los científicos que están creando nuevas formas de vida están actuando como juez y parte, una situación que es inadmisible", explica la Dra. Sue Mayer, directora de GeneWatch en el Reino Unido. "Las posibles implicaciones sociales, ambientales y para el desarrollo de armas biológicas son demasiado graves para dejarlas en manos de científicos que pueden tener buenas intenciones, pero no dejan de tener intereses específicos. Se requiere un debate público incluyente, y a partir de éste, definir políticas y regulaciones."
En los últimos años, biólogos que investigan cómo reescribir el código genético, han demostrado que pueden construir nuevos virus. Ahora ya están desarrollando formas de vida artificiales. En octubre del año pasado, los biólogos del Center for Disease Control de Estados Unidos recrearon el virus de la gripe española de 1918 que mató entre 50 y 100 millones de personas. El mes pasado, científicos en la Universidad de Wisconsin-Madison crearon una nueva versión de la bacteria E. Coli. Mientras tanto, el magnate de la genómica, Craig Venter, cuya empresa anterior, Celera, encabezó la competencia comercial de secuenciamiento del genoma humano, lidera ahora la compañía Synthetic Genomics, que busca comercializar microbios artificiales para usarlos, según declara, en producción de energía, agricultura y remediación de cambio climático. Es una de entre cuarenta empresas de biología sintética que sintetizan genes y/o construyen ADN artificial.
"La biotecnología provocó protestas en todo el mundo, pero la biología sintética es como ingeniería genética con esteroides", afirma la Dra. Doreen Stabinsky de Greenpeace Internacional. "Experimentar con organismos vivos nuevos y artificiales que podrían liberarse al ambiente significa una enorme amenaza a la bioseguridad de la gente y del planeta", agrega Stabinsky.
En octubre de 2004, un editorial de la revista Nature advirtió: "si en verdad los biólogos están en el umbral de sintetizar nuevas formas de vida, las posibilidades de abuso o desastres involuntarios podrían ser enormes." El editorial sugirió que podría haber necesidad de una conferencia como la de Asilomar, pero sobre biología sintética -la conferencia de Asilomar fue una reunión histórica realizada en 1975 donde científicos se reunieron a discutir los riesgos asociados con la ingeniería genética y optaron por el autogobierno, lo cual a fin de cuentas evitó la regulación gubernamental. Siguiendo el modelo Asilomar, la "comunidad de la biología sintética" intenta usar esta segunda conferencia (Synthetic Biology 2.0, del 20 al 22 de mayo de 2006) y adoptar un código de autogobierno para manejar los nuevos riesgos de bioseguridad que presenta esta tecnología.
Según la Carta Abierta, el efecto de la declaración de Asilomar fue retrasar el desarrollo de una regulación gubernamental apropiada y evitar una discusión sobre los impactos socioeconómicos. Asilomar probó ser un enfoque incorrecto. Synthetic Biology 2.0 es un nuevo enfoque equivocado. "Los científicos deben asumir el hecho de que la ciencia ya no puede afirmar que vive en un reino abstracto desconectado del resto de la sociedad", dice Alexis Vlandas de la International Network of Engineers and Scientists for Global Responsibility (INES).
Los firmantes de la Carta Abierta urgen a los biólogos sintéticos que se reunieron en Berkeley a retirar su declaración de autorregulación y unirse a un diálogo más amplio e inclusivo. Por mayor información escrita, se puede descargar un documento de contexto sobre biología sintética, disponible en ETC Group: www.etcgroup.org y http://www.etcblog.org
(Eco Portal, 23/05/06).
http://www.ecoportal.net/content/view/full/59630