O desflorestamento anual da Argentina equivale a 12 vezes a superfície da capital Buenos Aires (em espanhol)
2006-05-24
Son 250.000 hectáreas de bosques que se pierden por la conversión de tierras para la agricultura, los incendios y la utilización de la madera. Las provincias más afectadas son Chaco, Salta y Misiones. Primero fue por la extracción de madera; ahora, por el avance continuo de la frontera agrícola. Por estos motivos Argentina pierde todos los años 250.000 hectáreas de bosques, más de 12 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires, advierte un estudio que
presentará hoy (23/05) la Fundación Vida Silvestre Argentina.
El trabajo no habla sólo del problema de la deforestación. Bajo el nombre "Situación Ambiental Argentina 2005", se trata de un libro que busca abarcar los principales problemas ambientales del país. Más de 80 artículos realizados por más de 140 autores de cerca de 50 instituciones —académicas, ONGs, privadas— que vienen a suceder al diagnóstico que Vida Silvestre realizó en el 2000. Clarín accedió al Resumen Ejecutivo del trabajo que, con entrada libre y gratuita, se presenta hoy a las 12.30 en el Auditorio Borges de la Biblioteca Nacional.
"Según los indicadores de desarrollo sostenible elaborados por el Estado Nacional (SAyDS, 2005), las grandes tendencias ambientales del país siguen siendo preocupantes", señala la investigación. Si hay un punto crítico, ése es la
deforestación. El proceso de conversión de ecosistemas en tierras de cultivo lleva a regiones como el Chaco Seco a sufrir la pérdida del 70% del total (175.000 hectáreas). También disminuyen los bosques en el Chaco Húmedo, la Selva
Paranaense (Misiones) y en las Yungas (Salta).
La selva pedemontana de las Yungas, así como el llamado "bosque de tres quebrachos" en el Chaco Seco, se asegura, "están en una situación verdaderamente comprometida". El número que se pierde por año es relevante si se considera que en el 2002 quedaban en el país alrededor de 33 millones de hectáreas de bosque. Además del Chaco Seco, se afirma que apenas el 7% de la selva misionera, refugio de una alta biodiversidad, ha sobrevivido hasta ahora. En este caso aparece como causa el reemplazo del bosque nativo por forestaciones para uso industrial.
El informe hace un llamado a desarrollar un modelo productivo sustentable. Subraya, como ejemplo, que hay en este momento en el país empresas que trabajan en bosques con normas de calidad y control certificadas, acorde con la demanda de los consumidores que quieren saber qué impacto ambiental tiene la elaboración de los productos que adquieren. Y reclama la presencia del Estado en la planificación y desarrollo de planes de ordenamiento
territorial.
Otro problema es la degradación del suelo y de la vegetación, en general asociado a la quema intencional. En el Chaco Húmedo, se afirma, se queman entre 2 y 4 millones de hectáreas por año, y en la ecorregión del Monte, 10 millones de hectáreas fueron afectadas por incendios en los últimos 10 años. En cuanto a pesca, se observaron problemas de sobreexplotación en recursos como la merluza común, el calamar y el langostino. Se puntualiza acá también la falta de planes de manejo, lo que permite que de especies como el sábalo se extraigan entre 60 y 80 mil toneladas al año en la Cuenca del Plata.
El libro tiene varias recomendaciones que tienen el carácter de necesidad. Una de ellas es elevar la cantidad de
superficies protegidas en el país. Actualmente existen unas 360 áreas protegidas, de variadas categorías y por distintas
jurisdicciones. El promedio en el país es del 6,8% del territorio nacional protegido. Pero en ecorregiones como "Campos
y Malezales" el porcentaje protegido es menor. Y del 6,8% general, apenas el 19%, afirma el informe, tiene un nivel de
protección aceptable. "El objetivo estatal de proteger al menos el 15% del país debe ser implementado con urgencia",
señala el informe.
El panorama no es mejor en rubros como erosión de suelos, tanto en términos hídricos como eólicos, o el problema de
los residuos sólidos urbanos e industriales, que aumentan. Pero hay algunos avances, como el acceso al agua potable:
en diez años, el país pasó de 21 millones de habitantes con agua potable a más de 28 millones (de 66% al 78% de
cobertura a nivel nacional). Y las emisiones argentinas de gases que influyen en el cambio climático siguen siendo
pequeñas.
(Clarin, 23/05/06)
http://www.clarin.com/diario/2006/05/23/sociedad/s-02801.htm