Igreja aguarda um sinal do governo para se engajar na "guerra das papeleiras" (em espanhol)
2006-05-08
El Gobierno y la Iglesia intercambiaron gestos de distensión en los últimos tiempos. En ese contexto, el presidente Kirchner llegó a decir que "le encantaría que (los obispos) ayudaran" a la superación del conflicto con Uruguay. Desde el Gobierno se deslizó, además, que Kirchner asistiría al tedéum del 25 de Mayo en la catedral metropolitana. Sin embargo, todas éstas fueron expresiones de deseos: la Casa Rosada no oficializó hasta ahora un pedido de intervención del Episcopado por las papeleras ni solicitó el oficio religioso por la fecha patria.
Fuentes eclesiásticas explicaron a Clarín que una eventual gestión de los obispos argentinos y uruguayos requiere un pedido formal de los gobiernos. "La Iglesia no se maneja por los deseos manifestados en los medios de comunicación", aclararon. Los religiosos no parecen muy interesados en una gestión mediadora: no quieren escribir otro capítulo en la historia del fracaso que signó hasta ahora el conflicto.
En rigor, los obispos están espantados por la escalada del diferendo. Consideran que las instancias políticas —en vez de haber ayudado a encauzar la situación— sólo agravaron las cosas. Como los actos que ambos gobiernos dispusieron a uno y otro lado del río. No es un dato menor que la Iglesia argentina haya tomado distancia de la concentración que Kirchner encabezó el viernes. Igual actitud observarían los obispos uruguayos con la convocatoria que Tabaré Vázquez hizo para el 25 en Fray Bentos.
En ese sentido, fue sintomática la ausencia en el acto en Gualeguaychú del obispo local, Jorge Lozano, un hombre que sigue de cerca el conflicto. Lozano, junto con el obispo de Mercedes, Uruguay, Carlos Colazzi, vienen promoviendo gestos de acercamiento. Allegados a Lozano justificaron su ausencia con el curioso argumento de que el obispo estaba fuera de la ciudad participando de una ordenación de sacerdotes. Es claro: la Iglesia sólo estará presente en lo que acorte las distancias, no en lo que las profundice.
De todas formas, la Iglesia argentina no quiere mostrarse antipática con el Gobierno después de los intercambios de gestos. "Si hay un pedido de intervención será estudiado", deslizan con diplomacia. El conflicto no escapará al análisis de los cien obispos del país en su primer plenario del año que realizarán entre hoy y el sábado en Pilar. Como ocurrió con sus colegas uruguayos, no se descarta que los religiosos argentinos también difundan durante el cónclave un llamado a la mesura y al diálogo.
En cuando al tedéum del 25, las fuentes aclararon que este oficio es siempre pedido por el Gobierno de turno. Pero que este año, hasta el viernes, nadie lo había solicitado. En 2005, quebrando una tradición, Kirchner decidió que el tedéum se hiciera en Santiago del Estero. La decisión se vinculó con su presunto deseo de eludir la homilía que el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, pronuncia en esa ocasión, y que suele ser crítica.
Aquella actitud de Kirchner profundizó su distanciamiento con la Iglesia —generado por el caso Baseotto— y, en particular, con Bergoglio. Pero ahora, en el Gobierno hablan de nuevos aires en la relación. Y dicen que se trabaja para que se haga el tedéum en la Capital, con Kirchner allí. Quizá el Presidente —como suele hacer— quiera jugar hasta el final con el suspenso. Dios sabrá.
(Clarin, 08/05/06)
http://www.clarin.com/diario/2006/05/08/elpais/p-00403.htm