El gobierno uruguayo había ofrecido a su par de Argentina toda la información que requiriera sobre las plantas de celulosa, como parte del acuerdo al que se ceñirían ambos países para poner fin a la crisis en torno a las plantas de Fray Bentos. Este último "gesto" de la administración de Tabaré Vázquez no prosperó y determinó el fin del diálogo directo a nivel presidencial y de la misión de su negociador principal el secretario de la Presidencia Gonzalo Fernández, quien había sido convocado expresamente a partir de la cumbre en Chile.

La intención de Uruguay, transmitida a LA REPUBLICA por una alta fuente de gobierno, era, por un lado, llegar a un rápido entendimiento y evitar la "judicialización" de la controversia cuya tramitación insumiría años tanto en La Haya como a nivel del Mercosur. El acuerdo, agregó el informante, establecía una vía efectiva de solución a partir de la firma de la declaración final que, trabajosamente, habían hilado los Fernández (Gonzalo Fernández y el jefe de gabinete argentino Alberto Fernández). El proyecto incluía además "un agregado" que recogía una vieja demanda de la Argentina en esta materia. La cláusula establecía que el gobierno uruguayo asumía la obligación de brindar a Argentina toda la información que requiriera sobre el desarrollo de los emprendimientos en Fray Bentos. A cambio, debía aceptarse que las obras no se paralizarían, aspecto que la administración Kirchner rechazó.
(La Republica, 11/04/06)
http://www.larepublica.com.uy/lr3/?a=nota&n=207835&e=2006-04-11