Las organizaciones protectoras de animales advierten de que esta cifra tan alta pone en peligro a las poblaciones de estos mamíferos. El sábado (25/03) comenzó en Canadá una nueva matanza indiscriminada de decenas de miles de crías de focas. 325.000 es el número de ejemplares cuya muerte ha autorizado el Gobierno canadiense esta temporada.
Un año más las protestas internacionales no han servido para nada. El sábado comenzó en Canadá una nueva matanza indiscriminada de decenas de miles de crías de focas. 325.000 es el número de ejemplares cuya muerte ha autorizado el Gobierno canadiense esta temporada. Sólo en el Golfo de San Lorenzo, los pescadores locales tienen permiso oficial para matar y despellejar 91.000 focas. Las restantes, hasta completar el cupo, morirán en abril, en una segunda cacería, ante las costas de Terranova y Labrador.
Las advertencias del Fondo Internacional de Protección de los Animales (IFAW) sobre lo abultado de esta cifra, que podría incluso poner en peligro a las poblaciones de focas, son rechazadas por el Ministerio de Pesca en Ottawa. Según sus estimaciones, en los hielos permanentes frente a la costa norte de Canadá viven más de seis millones de ellas.
Este año, además, las altas temperaturas invernales han provocado que los témpanos sean anormalmente delgados, por lo que gran parte de las focas morirán desde los barcos. "De esa manera -explica el biólogo marino del IFAW Ralf Sonntag- sólo hieren a muchos animales, que a menudo consiguen huir hacia el agua y mueren desangrados". Muchos habitantes de la provincia de Terranova viven de la venta de pieles de foca, cuyo precio se ha multiplicado por diez y a lo que hay que sumar también lo que se consigue por la venta del aceite que se obtiene de estos animales. El año pasado, la cotización estaba entre 50 y 70 euros por unidad.
Activistas detenidos
El inicio de la caza de focas comenzó el sábado con incidentes. Los guardacostas canadienses detuvieron a siete de los ocupantes de un barco de activistas que trataba de evitar que un buque de cazadores de focas desarrollara su actividad. El "Kakawi" embistió una lancha neumática de la Sociedad Protectora de Animales de EE.UU. (HSUS). Tras cazar una foca, el buque enfiló la pequeña embarcación que le seguía para observar las capturas. La lancha empezó a retroceder pero había quedado encerrada en un pequeño canal entre los témpanos flotantes y le fue imposible girar a tiempo. Fue entonces cuando el "Kakawi" se lanzó contra ella, obligando al piloto de HSUS a realizar una maniobra para evitar el encontronazo. Aún así, el pesquero alcanzó la parte trasera de la zodiac, dañando su motor y agujereando una de las cámaras neumáticas.
Una vez realizadas las reparaciones oportunas, el HSUS reemprendió su tarea de vigilancia, junto con la otra embarcación del grupo. Poco después, otro buque trato de embestirlas de nuevo, aunque esta vez con menos éxito. Rebecca Aldworth, directora de la campaña contra la caza de focas de HSUS, dijo tras el incidente que su organización denunciaría al patrón del "Kakawi", pero dada su experiencia con actos similares en el pasado, no confiaba en que el Ministerio de Pesca canadiense actuase contra el pesquero. "Es típico de las autoridades canadienses. Están ahí no para asegurar que se cumplen las reglas, sino para proteger a los pescadores", señaló Aldworth.
(Ecoportal, 27/03/06)
http://www.ecoportal.net/content/view/full/57705