O firme avanço do vírus confirma alertas e prognósticos (em espanhol)
2006-02-22
El pánico, igual que muchas enfermedades infecciosas, tiene temporadas de expansión que suelen responder a ciclos menos regulares que los de las dolencias orgánicas. En consecuencia, resultan más difíciles de prever. Esta verdad golpea ahora, una vez más, a la Unión Europea donde la reacción por la llegada del temido virus H5N1 de gripe aviar amaga avanzar más allá de la mera alarma.
Sucede cuando el hemisferio norte del planeta, a punto de concluir su invierno, parecía haber dejado atrás los pronósticos más agoreros sobre la posibilidad de que se produjera una pandemia —epidemia que estalla en varios lugares del mundo de modo simultáneo—, sobre cuyos efectos devastadores habían advertido agencias como la Organización Mundial de la Salud y diversos científicos en la segunda mitad del año pasado. Una escalofriante comparación muy citada en los pronósticos fue el de la letal gripe española que, en tres oleadas, cobró más de 500.000 vidas entre 1918 y 1919.
No era previsible que la advertencia se desvaneciera. Los expertos aseguran que el estallido puede llegar en cualquiera de los próximos años, mientras que los que manejan estadísticas dicen que el momento es apropiado porque alguna forma de gripe pandémica se reproduce en ciclos de unos 30 años. El registro más reciente es del año 1968. Pero el 2005 pareció reducirse solo a la reiteración de casos en Asia y al hecho de que muchos infectólogos insistieron en que el mundo no estaba preparado para lidiar con una pandemia. Esto llevó a los gobiernos de los países centrales a invertir en la acumulación de antivirales como el Tamiflú producido por la multinacional suiza Roché y Relenza por GlaxoSmithKline. No hay cifras confiables pero ambas firmas —con exclusividad de patente— parecen haber hecho un excelente negocio en los últimos meses cabalgando sobre la alarma.
Muchos expertos creen que las bondades de Tamiflú y Relenza son limitadas. Sus efectos han sido positivos sólo cuando se les administró a los pacientes dentro de las 48 horas de detectada la infección. También temen que en el caso de una pandemia el virus desarrolle una rápida inmunidad a ambos antivirales. Aun no existe vacuna contra esta variante de la gripe Tipo A, aunque otro laboratorio, Sanofi-Pasteur, asegura estar cerca de producirla. El H5N1 no ha atravesado la más temible de las barreras, una mutación que le permita combinarse en el organismo humano. Hay infección entre especies animales, sobre todo aves, y también unas 100 muertes humanas se produjeron desde el 2003 como consecuencia del contacto directo con aves enfermas. Pero no hay aún caso alguno certificado de transmisión interhumana.
La confirmación del virus en diez países —Alemania, Austria, Italia, Grecia, Bulgaria, Rumania, Bosnia, Hungría, Eslovenia y, el domingo, Francia, el punto más occidental de penetración—, reactivó la alarma. Quizá haya algo bueno en su persistencia. Por ejemplo, Barry Lynn, investigador de la New American Foundation, cree que es un buen incentivo para —además de los preparativos sanitarios— comenzar a debatir el rol oligopólico que se han asignado a si mismas muchas empresas transnacionales, incluyendo por cierto a los laboratorios.
(Clarin, 21/02/06)
http://www.clarin.com/diario/2006/02/21/elmundo/i-01901.htm