Uruguai diz que “é grave” a decisão de ir à Haya (em Espanhol)
2006-01-30
El canciller uruguayo, Reinaldo Gargano, consideró en jueves (26/01) "un paso grave" que la Argentina se proponga recurrir al Tribunal Internacional de La Haya para dirimir el conflicto por la instalación de dos plantas de celulosa en Fray Bentos, en las márgenes del río Uruguay.
El canciller uruguayo consideró que una decisión así implicaría "desconocer la institucionalidad del Mercosur" y que sería más lógico acudir al Tribunal de Asunción, creado en 2002 para resolver controversias en el Mercosur, aunque señaló que la Argentina "tiene todo el derecho a manejarse como quiera".
Gargano dio una conferencia de prensa en Montevideo y también habló por varias radios argentinas y uruguayas para responder al anuncio que hizo el miércoles (25/01) el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, de que el gobierno de Néstor Kirchner está dispuesto a llevar la demanda por las papeleras ante la Corte Internacional de La Haya.
Gargano contó que supo de las intenciones argentinas por boca del canciller, Jorge Taiana, y que inmediatamente se lo comunicó al presidente Tabaré Vázquez. También advirtió que el litigio costaría "millonadas".
"Es grave pero no tenemos temor de llegar a La Haya, tenemos respuestas para defendernos", sostuvo Gargano, y ratificó la voluntad de su país de avanzar con la construcción de las papeleras cuestionadas.
Además, en lo que pareció ser un contragolpe diplomático, Gargano dijo que Uruguay analiza la posibilidad de demandar a la Argentina por los cortes que se vienen haciendo en los pasos fronterizos. "Si las cosas continúan así nos puede llevar a plantear una controversia ante el Tribunal de Asunción, porque nos está provocando daños cada vez mayores", afirmó. Como ejemplo, indicó que hay 11 camiones que están retenidos hace varios días en la ciudad de Colón, y que también se perjudica la Argentina.
Este lunes en Montevideo se hará la última reunión del grupo técnico de alto nivel de los dos países (bautizado "gotan" por los diplomáticos), ya que ese día se vencen los 180 días de plazo que se fijaron para buscar una solución al conflicto en ese ámbito.
Pero el Gobierno considera que Uruguay sólo ha buscado ganar tiempo y no ha brindado la información sensible requerida acerca de las consecuencias medioambientales de la instalación de las papeleras. Ante la perspectiva de que habrá dos dictámenes diferentes, la Argentina tendrá justificada la "controversia" —dijeron— para presentar la demanda ante la Corte de La Haya por la presunta violación del Estatuto del Río Uruguay (1975), que regula su utilización por ambos países.
Pero la demanda tardaría unos cinco meses en prepararse —el primer paso es que Entre Ríos pida por ley de su Legislatura al Gobierno nacional que actúe ante La Haya— y, en ese tiempo, la estrategia argentina apunta a que Uruguay acepte abrir una instancia de negociación.
También se evaluó en la Casa Rosada que los inversores y el Banco Mundial —que debe dar un crédito para las obras— tendrán en cuenta los riesgos de financiar un proyecto tan litigioso.
Sin embargo, el efecto más inmediato y ciertamente paradójico que tendría la movida argentina es la posibilidad de que disminuya el nivel de confrontación con Uruguay si es que se consiguen desactivar los cortes en los pasos fronterizos, que causan perjuicios económicos y enorme irritación en el país vecino.
Por lo pronto, los asambleístas de Gualeguaychú ratificaron un corte planificado para hoy pero algunos se mostraron "dispuestos a conversar", luego de que Busti hiciera un llamado a "buscar nuevas formas de protesta". El propio Gobernador buscó hacer punta al avalar otras formas de reclamo para nacionalizar el caso.
Es que en Uruguay, Busti es blanco de todos las furias. El diario El País de Montevideo lo criticó duramente al tratarlo de "desubicado" y lo acusó de manejar información sobre las plantas de manera "tendenciosa, falaz y alarmista" con fines electorales. Sin nombrarlo, también Gargano le apuntó cuando dijo que en la Argentina "se ha sembrado una política de amenazas y de terror" acerca de los daños al medio ambiente implicados en la instalación de las papeleras.
(Clarín, 27/01/06)