El accidente nuclear de Fukushima (Japón) del pasado marzo provocó la mayor contaminación radiactiva marina de la historia, según informó ayer el Instituto de Investigación de Seguridad Nuclear de Francia (IRSN). La interpretación de los resultados de la medición de cesio-137 en el agua del mar ha hecho que el IRSN haya actualizado su estimación de la cantidad total de ese elemento vertida directamente en el mar.
"Ese desecho radiactivo representa el aporte localizado más importante de radioisótopos artificiales jamás observado en el medio marino", destacó el IRSN en un comunicado.
La contaminación más importante se produjo inmediatamente después del accidente, como consecuencia del vertido de aguas contaminadas que provenían de la central dañada por el terremoto de magnitud 9. En sus inmediaciones llegaron a registrarse concentraciones de "millares de becquerelios por litro para el cesio-134 y 137", explica el IRSN.
La contaminación fue disminuyendo con el paso del tiempo hasta caer hacia mediados de julio por debajo de los límites de detección de 5 becquerelios por litro. No obstante, el organismo francés señaló que "los resultados de las recientes mediciones muestran la persistencia de una contaminación de especies marinas, principalmente peces, en las costas de la prefectura de Fukushima".
El instituto considera justificado que se mantenga la vigilancia y que se tomen muestras en las aguas costeras, ya que los arrastres de las aguas a su paso por suelos contaminados podrían prolongar el problema.
El accidente de Fukushima alcanzó el nivel 7 de gravedad, el máximo en la Escala Internacional Nuclear y de Sucesos Radiológicos, y se considera uno de los más graves de la historia, junto con el de Chernóbil (Ucrania) en 1986. El suceso obligó a evacuar a 200.000 personas en torno a la central afectada.
(Público / Rebelión, 01/11/2011)