Los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman, y de Uruguay, Luis Almagro, firmaron ayer el acuerdo bilateral que crea el Comité Científico que en 60 días comenzará sus trabajos de monitoreo en la planta papelera Botnia-UPM y en la desembocadura del río Gualeguaychú en el río Uruguay. Los asambleístas de la ciudad entrerriana desconfían del acuerdo y advierten que “es más de lo mismo”.
Según se establece en el acuerdo, los monitoreos continuarán “luego en Argentina con un establecimiento o lugar a elección de la parte uruguaya” y “a partir de entonces, continuará alternativamente en uno y otro país”. Además, se determina el estudio “de la desembocadura del río Gualeguaychú en el río Uruguay” y el de “todos los establecimientos industriales, agrícolas y centros urbanos que vuelcan sus efluentes al río Uruguay y sus áreas de influencia”.
Pese al acuerdo de ayer entre ambos países, los asambleístas prefirieron la cautela a los aplausos. “Es muy pronto para dar definiciones, pero todo nace de la desconfianza porque hemos sido varias veces traicionados, incluso por el mismo canciller argentino”, afimó Jorge Fritzler. Para su par, José Pouler “es más de lo mismo: uno quiere creer, pero los plazos propuestos por el propio canciller no se cumplen y mientras tanto Botnia sigue contaminando”.
(La Razon, 31/08/2010)