Una historia extraída del manual de las privatizaciones y el despojo territorial se vive desde hace algunos años en la sierra Tarahumara, en el estado de Chihuahua, donde con el clásico proyecto de aeropuerto, teleférico, hoteles, cabañas y demás obras para el turismo, pretenden arrebatarle al pueblo rarámuri una superficie de 16 mil 924 hectáreas, en la que habitan un total de 203 familias indígenas con un promedio de 7 miembros por familia, lo que hace una población total de aproximadamente mil 421 personas afectadas.
El senador panista Ramón Galindo Noriega; el dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en la entidad, Omar Bazán Flores, y el diputado local Ricardo Orbiz Blake, entre otros políticos, así como empresarios locales, se apropiaron de grandes extensiones de tierra en una zona del municipio de Creel ocupada por indígenas rarámuris, donde se pretende construir un aeropuerto, aseguró el gobernador indígena de Mongotavo, San Miguel Cruz Moreno.
Los compradores también pretenden edificar desarrollos turísticos, añadieron autoridades tradicionales de cuatro comunidades asentadas en la zona de la Barranca del Cobre.
En conferencia de prensa, San Miguel Cruz informó que 154 hectáreas propiedad de Mongotavo fueron adquiridas con "artimañas jurídicas" por cinco personas, entre ellas Bazán Flores, ex diputado federal y dirigente de la CNOP en Chihuahua.
También mencionó a Ricardo Valles Alvelais, hermano del secretario de Turismo estatal, Héctor Valles; a Ricardo Orbiz, así como a los empresarios Agustín López Dumas y Jesús Alberto Cano Vélez. Cruz Moreno sostuvo que estas personas buscan desalojar a indígenas de predios donde han vivido por generaciones.
El predio Mesa de la Barranca presuntamente fue adquirido por la empresa Soluciones Emprendedoras del Norte, que, según San Miguel Cruz, presiona a familias rarámuris para que abandonen sus viviendas, pues pretende construir un hotel.
Fausto Salgado, representante legal de los indígenas, tramitó un amparo ante el juzgado segundo de distrito para impedir el desalojo, desplazamiento o reubicación de las viviendas de las familias rarámuris.
La autoridad indígena añadió que se les ha ocultado la información sobre los pormenores del proyecto Barrancas del Cobre; en cambio, autoridades de Turismo de Chihuahua y empleados de los empresarios citados hostigan a los indígenas de Mongotavo para que firmen un documento con el cual autorizarían la demolición del albergue y la escuela Rebelión de la Tarahumara, donde estudian, duermen y reciben alimentos 100 niños de 14 poblados de la región.
Indicó que autoridades de Turismo les ofrecieron reubicarlos en pequeñas casas de ladrillo construidas en otra zona."No lo aceptamos. Nosotros tenemos en nuestro territorio casas de troncos y parcelas para sembrar maíz y frijol. Allá no podríamos sembrar", dijo Cruz Moreno.
En otro punto de la cresta de la Barranca del Cobre, en la comunidad Bacajípare, el senador panista Ramón Galindo intenta construir un hotel en un predio que adquirió hace tres años al ejido San Alonso, por lo que enfrenta un juicio ante tribunales agrarios.
(EcoPortal, 23/08/2010)