Por primera vez en la historia, la justicia holandesa aceptó juzgar a Shell por acciones llevadas a cabo en otro país. Un tribunal de La Haya ha admitido a trámite las denuncias sobre presuntos daños al ambiente causados por la petrolera en Nigeria. Agricultores y pescadores del delta del Níger han acusado sistemáticamente a Shell dado que aseguran que las filtraciones de petróleo de la empresa y sus filiales en África han contaminado las tierras de labranza y pesca. Por esta razón, exigen a Shell la limpieza del crudo y la compensación correspondiente.
Por su parte, Shell afirma que las filtraciones no son responsabilidad de la misma sino de grupos guerrilleros, muy activos en la zona. Cualquiera sean las argumentaciones de las partes, Shell irá ante los tribunales. Se trata de una verdadera primicia jurídica y un crucial avance hacia un acceso más efectivo a la justicia por parte de las víctimas.
El compromiso asumido por el gobierno holandés cristaliza la actual tendencia de una actitud más vigilante, por parte de los Estados, del comportamiento de aquellas empresas que tienen su casa matriz o concentran sus principales operaciones dentro de sus territorios, pero cuyo accionar puede generar vulneraciones a los derechos humanos y el ambiente en países en vías de desarrollo, donde los controles no resultan tan efectivos.
Velar por el respeto al Ambiente y los Derechos Humanos no reconoce fronteras estatales, sino que significa un monitoreo y cooperación constantes entre todos los actores de la sociedad en aras de lograr una defensa y respeto efectivos de los mismos.
(Bahianoticias.com, 31/01/2010)