Las comunidades indígenas de la Amazonía ecuatoriana que reclaman a Chevron una indemnización de 27.000 millones de dólares por supuestos daños ambientales piden, a través de una campaña anunciada hoy, que el nuevo presidente de la petrolera estadounidense, John Watson, atienda sus peticiones.
Amazon Watch anunció hoy el lanzamiento de una campaña en la que miembros de estas comunidades piden directamente a John Watson que, como nuevo consejero delegado y presidente de la compañía, adopte un nuevo enfoque sobre el caso que lleva 17 años en los tribunales.
En el vídeo, los indígenas vinculan las operaciones de la compañía al incremento de casos de cáncer entre sus pobladores e invitan a Watson a visitar Ecuador para conocer el "legado tóxico" de la compañía petrolera.
"Watson ha heredado el timón de una empresa cuya imagen y reputación ha tenido un gran impacto, por no hablar del susto de los inversores ante una sentencia potencial de 27.000 millones dólares" dijo Mitch Anderson, de Amazon Watch.
Según Anderson las comunidades en el Ecuador "esperan que tenga el valor moral para mostrar liderazgo empresarial y poner fin a la sufrimiento de miles de personas".
La ONG acusa a Chevron de haber llevado una campaña de relaciones públicas para eludir su responsabilidad y según un comunicado espera que Watson "no desperdiciará esta oportunidad para llevar a la compañía en una nueva dirección" .
"No queremos seguir muriendo de cáncer", dice en el vídeo Emergildo Criollo, líder de la tribu Cofán, que según cuenta ha perdido dos hijos que contrajeron enfermedades mortales después de entrar en contacto con el agua contaminada con residuos tóxicos vertidos en el Amazonas por Texaco (que fue comprada por Chevron en 2001).
Otros miembros de la comunidad piden a Watson que haga "lo que sea" para limpiar las zonas afectadas por su empresa y recuperar la salubridad de las aguas, del campo donde cultivan y reparar las enfermedades que, según denuncian, se han producido en la última década.
Las comunidades también enviaron una carta a Watson en la que le piden que Chevron limpie ese "legado tóxico" que asumió al comprar Texaco, compensar a los indígenas por el impacto ambiental de sus fuentes de recursos naturales y proporcionar a las personas enfermas acceso a servicios de salud y agua potable.
En sus peticiones, también incluyen que la compañía desarrolle una política de derechos humanos que evite tragedias similares en el futuro y que adopte estrategias eficientes para proporcionar energía limpia.
La petrolera ha defendido que cuando Texaco dejó de operar en 1992 en la región invirtió 40 millones de dólares para limpiar las piscinas de petróleo en la zona en la que operó la compañía y recibió el certificado de aprobación del Gobierno ecuatoriano.
(EFE, AmazonWatch, 13/01/2010)