Un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga (UMA), dirigido por el profesor Francisco Criado Aldeanueva, ha presentado los primeros resultados del estudio "Índices para el diagnóstico de tendencias climáticas en el mar Mediterráneo", que refleja que la temperatura del agua superficial del mar Mediterráneo ha crecido 0,05 grados centígrados al año en los últimos 25 años.
La principal línea de investigación del grupo de Oceanografía Física de la UMA se centra en el intercambio de aguas en el Estrecho de Gibraltar. Concretamente en la vinculación de ese cambio en el Estrecho con los fenómenos climáticos que afectan al Mediterráneo. Según explicó el doctor Jesús García Lafuente, "el Estrecho es un punto estratégico clave puesto, que es la única conexión entre el Mediterráneo, que es un mar semicerrado, y las aguas oceánicas".
El trabajo también estudia la temperatura del aire como una de las variables para diagnosticar las tendencias climáticas en el Mediterráneo. En este caso, según la investigación, la temperatura promedio del aire aumenta en 0,012 grados centígrados al año desde hace 60 años.
La estratificación del océano no favorece que la tendencia detectada en las aguas superficiales, se traslade también a las aguas intermedias y profundas. En este caso, "aunque existen indicios que apuntan también a su calentamiento, éste es mucho más moderado y depende de la masa de agua concreta que se analice".
El grupo de investigación de la UMA trabaja en la actualidad en el seguimiento de las variables climáticas en el Mediterráneo para dar una descripción pormenorizada de factores como la precipitación, evaporación, temperatura del aire y agua y nivel del mar. Toda esta información la obtienen de bases de datos climáticos procedentes de la NASA, en concreto del National Centre for Environmental Prediction (NCEP). Para vincular estas variables con el intercambio por Gibraltar utilizan medidores que registran datos de forma continua en el Estrecho desde septiembre de 2004 y cuyo mantenimiento se realiza en campañas oceanográficas cada cuatro meses.
También analizan la relación que existe entre estas variables con índices climáticos sencillos, como el conocido con el nombre de índice NAO (North Atlantic Oscillation), y de qué manera la climatología del Mediterráneo condiciona el intercambio de aguas en el Estrecho de Gibraltar.
(Ecoticias.com, 10/01/2010)