La Unión Europea (UE) asumió que no podrá lograr un acuerdo internacional vinculante sobre cambio climático antes de finales del año, que viene tras el fracaso de la cumbre de Copenhague, aunque se comprometió a seguir trabajando y a presionar a otros países para que adquieran compromisos serios
La primera cita oficial para cerrar un pacto global obligatorio que sustituya al Protocolo de Kioto en 2013 será la cumbre de la ONU de 2010 en México, hasta entonces España primero y luego Bélgica ––futuras presidencias de la UE–– tendrán que allanar el terreno sobre la base del acuerdo de mínimos cerrado en Copenhague.
La primera reflexión sobre lo ocurrido se produjo ayer y la siguiente tendrá lugar en una reunión informal de ministros de Medio Ambiente en Sevilla del 14 al 17 de enero, en la que se analizará un documento de evaluación que preparará para entonces la Comisión Europea (CE).
Aunque todos los países de la UE coinciden en que el resultado de Copenhague es un punto de partida decepcionante y poco ambicioso, no pierden de vista que se trata al menos de un comienzo para seguir negociando.
La UE mantendrá su objetivo de recortar en 2020 sus emisiones en un 20 por ciento con respecto a los niveles de 1990, así como su oferta de elevar esa reducción hasta el 30 por ciento si otros países adoptan compromisos equivalentes.
Al respecto, el ministro sueco de Medio Ambiente, Andreas Calgren, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE hasta finales de año, calificó de “desastre” y “gran fracaso” la cumbre porque no logró cerrar un acuerdo internacional para sustituir el Protocolo de Kioto.
El sueco adelantó que empezarán a explorar “alternativas de trabajo”, ya que tras dos años de intensas negociaciones internacionales, la cumbre de la capital danesa “ha sido un gran fracaso, del que tenemos que aprender”.
(EFE / Planeta Azul, 26/12/2009)