El 20 de diciembre a las 16:00 horas fue ametrallado y asesinado el compañero Ramiro Rivera Gómez, uno de los lideres que encabezaba la resistencia ciudadana en contra de la empresa minera canadiense Pacific Rim en Cabañas. Sicarios asesinaron al líder social Ramiro Rivera, en el Cantón Trinidad, de la ciudad de Ilobasco, Departamento de Cabañas.
Ramiro Rivera Gómez era el Vicepresidente del Comité Ambiental de Cabañas, y participó activamente en las actividades de concientización contra la empresa minera, y fue uno de los primeros compañeros que sufrió atentados contra su integridad física por empleados de la empresa Pacific Rim.
El pasado 7 de agosto del presente año, Ramiro Rivera sufrió un intento de asesinato, impactándole el victimario ocho impactos de bala en su espalda. En esa ocasión el compañero logro sobrevivir.
A esta realidad se suman el asesinato del compañero Marcelo Rivera, miembro de ASIC y las amenazas a los y las compañeras de Radio Victoria; el intento de secuestro y asesinato del sacerdote Luís Alberto Quintanilla; las amenazas al director de ADES; las amenazas al resto de compañeros/as miembros del CAC y de MUFRAS-32.
Llama la atención que de las dos personas de seguridad que acompañaban al compañero Ramiro Rivera Gómez, de la Unidad de Protección de Victimas y Testigos de la Policía Nacional Civil, no pudieron hacer nada para evitar la muerte del compañero. Pero, además de eso, no salieron heridos, al contrario de ellos, los victimarios hirieron a una niña de catorce años que acompaña a Ramiro Rivera.
Es de recordar que el jueves 18 de junio del presente año, en el desvío “El molino”, jurisdicción del municipio de Ilobasco, Departamento de Cabañas, fue visto por última vez el militante ambientalista Gustavo Marcelo Rivera Moreno: su cuerpo fue rescatado sin vida de un pozo el día 30 de junio anterior, con evidentes señales de tortura.
La desaparición forzada, seguida de tortura y asesinato de Marcelo Rivera Moreno, y de Ramiro Rivera Gómez es parte de una escalada de violencia en los municipios del departamento de Cabañas, que van desde amenazas a muerte hasta intentos de secuestro, en contra de las mujeres y hombres organizados que luchan por detener el proyecto minero impulsado por la empresa Pacific Rim.
Preocupa la violencia que se ha desatado en las comunidades, pero también es muy preocupante e indignante, la infuncionalidad de las instituciones del Estado obligadas a dirigir y realizar la investigación del delito. Especialmente, la actuación de la Unidad del Crimen Organizado de la Fiscalía y del Subdirector de la Policía Nacional Civil, Comisionado Mauricio Landaverde, que en una reunión sostenida con él nos expresó que dejáramos de hablar de ello por que todo esto era delincuencia común.
Lo más grave es que este Comisionado en diferentes ocasiones ha afirmado, en referencia al asesinato de Marcelo Rivera, de manera irresponsable y apresurada, y sin mayor investigación, “que el hecho era resultado de violencia común y que no existen indicios de autoría intelectual”. Afirmaciones hechas sin que se hayan intentado otras líneas de investigación que lleven a establecer el verdadero móvil del asesinato del compañero, habiendo entregado la comunidad suficientes indicios que apuntan a la existencia de una autoría intelectual en el asesinato del compañero.
(Rebelión, 27/12/2009)