Recomiendan aprovechar más los residuos orgánicos para extraer el elemento restaurador
El biocarbono representa potencialmente una alternativa para combatir la erosión del 65 por ciento del suelo de conservación del Distrito Federal, así como para mitigar los gases de efecto invernadero. Los desechos de plantas y residuos orgánicos pueden transformarse y convertirse en biocarbono con una capacidad mucho mayor como fertilizante del suelo que la que tienen la composta y el estiércol.
De las 14 mil toneladas diarias de basura que genera el Distrito Federal, el 45 por ciento está constituido por desechos orgánicos. Si éstos son manejados de manera sustentable, pueden combatir el 65 por ciento de la erosión que enfrenta la Ciudad (según un estudio del Instituto Nacional de Ecología, el DF ocupa el quinto lugar a nivel nacional en pérdida de suelos por erosión).
Arnold Ricalde, director de Orgáni-K (ONG ambiental) y asesor en manejo de residuos sólidos del Gobierno del DF, aseguró que, mediante la técnica de la pirólisis, en la que la materia se transforma a temperaturas de 450 y 550 grados centígrados en gas - metano– y en carbono para el suelo.
El gas obtenido se puede emplear para generar energía eléctrica, como bioaceite para utilizarse como combustible y como elemento para restaurar suelos y para aplicaciones de agricultura orgánica.
"Actualmente son tres países que tienen investigaciones oficiales sobre la generación y aplicaciones del biocarbono: Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. En el caso de México, el Instituto Politécnico Nacional realiza investigaciones con otro tipo de generadores de composta, como son los biodigestores", explicó.
El ambientalista indicó que la producción de biocarbono se alza como alternativa no sólo contra la erosión de suelos, sino como una opción en la mitigación de gases de efecto invernadero, ya que el biocarbono "secuestra", almacena carbono y puede ser acreditado como mecanismo de desarrollo limpio para los países dentro del Protocolo de Kyoto.
Ricalde dijo que la pasada cumbre sobre Cambio Climático en Copenhague, Dinamarca, se llevó este tema para discutirlo como una de las mejores alternativas que pueden retomar los países con problemas de pérdida de suelo de conservación.
Además, agregó, el biocarbono es un fertilizante bueno, pues no alberga microorganismos, y se ha comprobado que aumenta el grado de infiltración de agua pluvial al subsuelo y baja el grado de acidez del suelo.
Fernando Rodríguez, biólogo y consultor, expuso que la generación de biocarbono es una de las formas de darles aprovechamiento útil a los residuos orgánicos que genera la Ciudad. "La composta es la forma más sencilla de aprovechar los residuos orgánicos. Ha demostrado tener muchas cualidades como mejorador de suelo; sin embargo, el hecho de poder hacer biocarbono con residuos orgánicos municipales es algo que valdría la pena probar.
"La forma de hacer el biocarbono es artesanal. Se podrían encontrar métodos modernos, optimizarlo con tecnología, pero es algo que se practica a poblaciones desde hace mucho tiempo. En el sur de Europa existían desde hace mucho tiempo; ya no se practica. Hay vestigios arqueológicos de estas prácticas que muestran que la gente pasaba muchos días junto a su cono de carbono mientras se terminaba de hacer", comentó Rodríguez.
En la región del Amazonas, al biocarbono se le conoce como tierra negra. Esta región dicho elemento se ha utilizado desde hace cientos años para nutrir los suelos. Diana Ponce, Procuradora Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), reconoció que la falta de tecnología provoca que miles de toneladas de residuos orgánicos terminen enterradas en el relleno sanitario de Bordo Poniente.
"Hoy tenemos 6 plantas de composta en el Bordo Poniente, en las delegaciones de Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Iztapalapa, Milpa Alta y Xochimilco, pero sólo estamos produciendo 4 mil 800 toneladas por año de composta.
"Según el último programa de residuos sólidos de la Ciudad, 14 mil toneladas diarias genera el DF en promedio al día. Tenemos capacidad para procesar 80 mil toneladas, pero sólo estamos procesando 37 mil al año, y las 80 mil toneladas se pueden lograr con cambios de patrones de conductas en la sociedad y con tecnología", dijo Ponce.
(Reforma / Planeta Azul, 26/12/2009)