Leticia Merino Pérez, integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, alerta que los terrenos boscosos no generan ingresos para sus dueños, que buscan en la venta de madera y tierra una forma de obtener ganancias
Al menos 50% de la producción forestal en México es ilegal, según estimaciones de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, alertó Leticia Merino Pérez, integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
"El conflicto más grande es que en el país los bosques no generan ingresos a sus dueños y casi 70% de la propiedad forestal pertenece a ejidos y comunidades campesinas pobres, para quienes mantener y conservar el recurso no es una tarea fácil", subrayó.
En un comunicado Merino Pérez señaló que otro inconveniente que impide el manejo forestal y la conservación son los conflictos entre predios. Mencionó que 56% de los propietarios tiene dificultades de límites con los vecinos, en tanto que 21% convive con conflictos internos, lo que afecta en 41% las condiciones de los bosques.
Según la experta, un recurso no renovable como el suelo del bosque es vital y cuando se sustrae para su venta como tierra de monte, afecta gravemente a este sector, lo que significa que no sólo cortar madera es una agresión al medio ambiente, también lo es indiscriminadamente extraer suelo.
Explicó que la falta de esquemas financieros ocasiona que no haya un buen manejo de los recursos naturales, porque no se puede competir con otros mercados, dado que al menos la mitad de la producción es ilegal.
De las comunidades que podrían aprovechar el bosque, 67% no lo hace, 18% corresponde a personas que vienen de otros lugares a comprar madera, 10% es gente que posee grúas y equipo para vender rollos del material, y 5% tiene aserraderos y se dedica al comercio de tablas.
Otro obstáculo es vencer la tramitología, acotó. Se requiere una serie interminable de permisos que, de no existir, facilitarían el desarrollo de esa industria y la exportación, lo que representaría ganancias considerables a los propietarios.
Por último, propuso asumir nuevas capacidades, con un diagnóstico claro, metas consensuadas y definidas que periódicamente sean evaluadas.
(El Universal / Planeta Azul, 12/12/2009)