La cumbre sobre cambio climático del mes entrante en Copenhague deberá fijar una base sólida que permita lograr un acuerdo internacional definitivo a fines del 2010, dijo el miércoles un alto funcionario diplomático de México
Reconociendo que es muy poco probable que los líderes mundiales logren redactar un nuevo tratado global que sustituya al Protocolo de Kioto durante la cumbre del 7 al 18 de diciembre en la capital danesa, Luis Alfonso de Alba, representante especial de México para cambio climático, se mostró confiado en que se logren buenos resultados.
De Alba considera que se podría lograr un acuerdo para frenar el calentamiento global y obtener fondos para los países pobres.
"Lo importante es que en Copenhague dijeramos el "qué" y luego el "cómo." Si decimos cual es el objetivo (…), y los margenes en los cuales se debe desarrollar la negociación, el "como" sera mas fácil", dijo De Alba a Reuters en una entrevista.
Dinamarca propuso posponer un año la firma de un acuerdo legal global hasta el 2010, en lugar de buscar alcanzarlo durante la cumbre de diciembre, a la que se espera asistan docenas de líderes mundiales.
La reunión de Copenhague debería arrojar un compromiso que incluya el compromiso de no permitir que la temperatura del planeta aumente más de 2 grados centigrados, y un acuerdo vinculante para reducir la emisión de gases de invernadero al 50 por ciento hacia el 2050, con el 80 por ciento de esa reducción proveniente de países desarrollados, dijo de Alba.
Un reporte del 2007 del Panel de Cambio Climático de Naciones Unidas señaló que las naciones desarrolladas deberían recortar entre un 25 y 40 por ciento sus emisiones respecto a los niveles de 1990 hacia el 2020, para evitar las peores consecuencias ambientales.
Si se logran esos objetivos, los negociadores deberían ser capaces de alcanzar un acuerdo vinculante final al cierre del 2010, en la cumbre a celebrarse en México.
"Lo más probable es que ese trabajo concluya en México. Lo que es un hecho es que no debería concluir después de México", señaló.
10,000 Millones anuales
El proceso de cara a Copenhague ha estado minado por las marcadas diferencias entre países ricos y las naciones en desarrollo sobre cómo alcanzar esas metas. Naciones como China han impulsado recortes profundos en las emisiones por parte del mundo industrializado.
Sin embargo, un diplomático chino dio señales de flexibilidad el miércoles, señalando que cualquier acuerdo en Copenhague es más importante que las formalidades legales.
De Alba sugirió que una solución podría ser que se le permita a las naciones más ricas acordar entre ellas cómo alcanzar su meta como grupo.
Esto permitiría a Estados Unidos, que ha obstaculizado los recortes rápidos y profundos propuestos por la Unión Europea, reducir sus emisiones de manera más gradual, pero asegurando que las naciones ricas como grupo logren avances con sus reducciones.
Además el acuerdo de Copenhague debería incluir un compromiso de los países ricos para apoyar la reducción de emisiones en los países más pobres a partir del 2010, dijo de Alba.
Los fondos deberían ser al menos de unos 10,000 millones de dólares anuales, como lo propuesto recientemente el Secretariado para Cambio Climático de Naciones Unidas, añadió el funcionario mexicano.
(Reuters / Planeta Azul, 28/11/2009)