Los países que comparten la Amazonía, entre ellos Francia, advirtieron en la ciudad brasileña de Manaos que el combate al calentamiento global es una obligación de todos, pero que los esfuerzos dependen de las responsabilidades y las posibilidades de cada uno.
"El cambio climático solo puede ser enfrentado de modo efectivo mediante un esfuerzo global para que cada país contribuya según sus plenas capacidades y en cumplimiento del principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas", según la Declaración de Manaos, aprobada por los participantes de la reunión.
"Enfatizamos la responsabilidad histórica de los países desarrollados en los cambios climáticos. Nuestros países ya están sufriendo sus impactos y su superación exige apoyo internacional suficiente y previsible, por razones de equidad", agrega el texto.
Según el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, organizador y anfitrión de la cita, los países desarrollados destruyeron hace mucho tiempo todos sus bosques y por eso tienen más responsabilidad en la reducción de las emisiones y en la ayuda a los países en desarrollo a combatir el calentamiento global.
En la reunión de este jueves en la que los países que comparten la mayor selva tropical del mundo definieron su posición de cara a la Cumbre de Copenhague participaron, además de Lula y su homólogo de Guayana, Bharrat Jagdeo, representantes gubernamentales de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Surinam y Venezuela.
Igualmente estuvo presente el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, como representante del único país europeo que cuenta con un territorio de ultramar en la Amazonía, el departamento de Guayana Francesa.
"Ya que el cambio climático nos afecta a todos, todos debemos participar en los procesos en que se decide sobre cómo tratarlo", asegura el documento al defender una mayor participación de los países amazónicos en las discusiones sobre el problema.
Según los amazónicos, los nuevos esfuerzos que se definan en la cumbre sobre el cambio climático en Copenhague deben seguir los principios del Protocolo de Kioto según los cuales las naciones tienen derechos y deberes diferenciados.
"Exhortamos a todos los países desarrollados a presentar números claros, detallados y no condicionados para sus compromisos (de reducción de emisiones) ya que son un elemento clave para que se pueda llegar a un resultado acordado", agrega el texto.
Igualmente piden apoyo financiero y tecnológico de los desarrollados para que los más pobres puedan financiar sus acciones tanto de mitigación como de adaptación al calentamiento global.
En ese sentido reafirmaron la propuesta hecha por el Grupo de los 77 y China para que la ayuda de los ricos a los pobres para acciones de combate al calentamiento sea equivalente a entre el 0,5% y el 1,0% del PIB de los países en desarrollo.
En compensación por la ayuda financiera y tecnológica para sus proyectos para mitigar el efecto invernadero, los países amazónicos se comprometen a esforzarse para "garantizar que el crecimiento económico sustentable, inclusión social y sustentabilidad climática avancen de manera convergente y armoniosa".
Advierten, además, de que las medidas definidas no pueden generar restricciones comerciales unilaterales o fortalecer el proteccionismo comercial.
(EFE / Planeta Azul, 28/11/2009)