Greenpeace y WWF muestran su preocupación por el altísimo porcentaje de pesca de juveniles de atún rojo (menores del tamaño legal permitido en el momento de captura) en el Mediterráneo, cuyo destino son las granjas de engorde. Estos datos muestran el evidente colapso de la pesquería de la especie.
Ambas ONG exigen a los miembros de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) la adopción de medidas extraordinarias que eviten su colapso.
Greenpeace y WWF han hecho públicos estos datos durante la reunión anual de ICCAT, que se celebra hasta el 15 de noviembre en Recife, Brasil. El caso de España es el más alarmante, ya que entre julio de 2008 y mayo de 2009 el 46% del atún rojo vendido en fresco, proveniente de granjas de engorde, en el mercado japonés eran juveniles en el momento de ser pescados. La investigación (1) ha sido realizada este año por la consultora independiente ATRT S.L.
Un porcentaje elevado de las capturas de atún rojo en el Mediterráneo son realizadas por modernos cerqueros altamente tecnificados y transferidas a granjas, donde son engordados entre 4 y 10 meses, hasta que se sacrifican y se venden en Japón. La talla mínima de captura del atún rojo es de 30 kg en el Mediterráneo, que corresponde a la talla de primera madurez. Pescarlos con menor peso implica que nunca se reproducirán.
La información analizada por ATRTse corresponde con los datos aportados recientemente al Comité Científico de ICCAT (2) , que señala que cerca del 67% de los atunes capturados en la temporada de pesca de 2008 en el caladero de las Islas Baleares y engordados en granjas españolas pesaban menos de 40 kg cuando fueron capturados.
Esta evaluación independiente confirma también los datos publicados por WWF (3) relativos al descenso alarmante de un 50% de la talla media de los atunes capturados en aguas de Baleares y engordados en granjas.
“Los científicos estimaron en octubre que sólo queda un 15% de la población original de atún rojo y los nuevos datos de tallas demuestran que la pesquería sigue fuera de control”, ha asegurado Raúl García, responsable de Pesca de WWF España. “Si queremos evitar el colapso de la pesquería, los países reunidos en Recife deben establecer un cierre temporal de la pesquería y trabajar en la prohibición de su comercio internacional a través del Convenio CITES”, añadió.
El estudio muestra que, como media, entre un 8.4% y un 21.09% del atún rojo engordado en el Mediterráneo y vendido en fresco en el mercado japonés eran menores del tamaño legal permitido en el momento de captura. En Italia, entre el 9.48% y el 28.20% de los atunes eran menores de la talla permitida, en Túnez entre el 5.02% y el 20.52% y el 32% en Malta.
Aunque tradicionalmente la industria de engorde de atún se ha dirigido a grandes ejemplares (más de 8 años), la desaparición de los grandes reproductores ha forzado a la industria a capturar también juveniles, incumpliendo las regulaciones de ICCAT.
“Todos los datos señalan el riesgo inminente de colapso y el incumplimiento de cualquier tipo de plan de recuperación para la especie, ¿a qué esperan la UE y resto de países responsables para actuar?”, ha declarado Celia Ojeda, responsable de Océanos de Greenpeace, “a estas alturas el cierre de la pesquería y la protección de sus zonas de reproducción son la únicas soluciones, hasta que la pesquería de señales evidentes de recuperación”.
(Ecoticias.com, 12/11/2009)