En vísperas de la llegada del presidente de EEUU, Barack Obama, a China, la organización no gubernamental Greenpeace pidió a en Pekín "su liderazgo inmediato" en materia de cambio climático, uno de los principales asuntos que se tratarán en la capital china la próxima semana
Según la organización, "las piezas para lograr un fuerte acuerdo están sobre la mesa, sin embargo, todavía falta el liderazgo de EEUU en todas las cuestiones importantes, incluida la contaminación de carbono".
"La popularidad de Obama en el escenario mundial no está a prueba de balas y debe participar más activamente", en lo referente al cambio climático, dijo Kyle Ash, de Greenpeace.
Además, la organización acusó al presidente de EEUU "de quedarse callado, mientras sus negociadores obstruyen el progreso de uno de los más importantes acuerdos de esta época".
"EEUU ha fallado al no comprometerse en la reducción drástica de sus emisiones, o en la financiación económica de los países en desarrollo para prevenir o adaptarse al cambio climático", sentencia Greenpeace.
Por otro lado, la asociación reitera que "Obama tiene la autoridad y las herramientas para ir más allá en las propuestas de la legislación estadounidense". "A nivel internacional, EEUU debe apoyar que los países industrializados reduzcan sus emisiones entre un 25 y un 40 por ciento en 2020 con respecto a 1990 para que el calentamiento global no supere los dos grados", agregó.
Lo que China quiere de EEUU, dijo Yang Ailun, miembro de Greenpeace China, es "que le muestre fuertes compromisos en su reducción de emisiones de gases y que apoye a nivel financiero y tecnológico a los países en desarrollo".
Por su parte, EEUU espera más acciones por parte los países en desarrollo y que China sea más específica y más transparente. Yang recordó que China parece estar preparada a actuar como ya dijo en septiembre el presidente chino, Hu Jintao, al anunciar que su país hará un esfuerzo para reducir el dióxido de carbono y combatir el cambio climático para 2020.
El gigante asiático, como otros países en desarrollo, no está obligado a reducir sus emisiones según el Protocolo de Kioto aún en vigor, pero naciones como EEUU presionan para que el país asiático y otras grandes naciones emergentes, como India o Rusia, adopten una mayor responsabilidad en futuros acuerdos.
La cumbre de diciembre en Copenhague intentará lograr un posible pacto internacional -que sustituiría al Protocolo de Kioto, que expira en el 2012-, aunque los países desarrollados temen que no haya acuerdo si China no acepta el compromiso firme de limitar sus emisiones de gases.
El Protocolo de Kioto, aprobado en diciembre de 1997 y que entró en vigor en el 2005, fue el primero que limitó las emisiones de gases causantes del efecto invernadero en los países industrializados.
(EFE / Planeta Azul, 14/11/2009)