Grandes masas de fitoplancton están floreciendo en áreas de nuevas aguas abiertas surgidas de la reciente y rápida retirada de masas de hielo marino y glaciares alrededor de la Península Antártica. Esta remarcable colonización está teniendo, paradójicamente, un beneficioso impacto en el cambio climático. A medida que estas masas culminan su ciclo vital, el fitoplancton vuelve al lecho marino donde puede almacenar carbono durante miles de millones de años.
En un estudio publicado recientemente en la revista Global Change Biology, científicos del British Antarctic Survey (BAS) estiman que este nuevo sistema natural de absorción de CO2 puede estar ya eliminando unos 3,5 millones de toneladas de carbono del océano y la atmósfera cada año.
El profesor Lloyd Peck, autor principal del estudio, dice: "aunque esta es una pequeña cantidad de carbono comparada con la emisión global de gases de efecto invernadero en la atmósfera es, en cambio, un importante descubrimiento. Muestra la habilidad de la naturaleza para prosperar en medio de la adversidad. Necesitamos calibrar esta absorción natural de carbono en nuestros cálculos y modelos para predecir el cambio climático en el futuro. No sabemos si veremos más eventos de este tipo en el resto de la costa antártica pero es algo en lo que nos vamos a detener para analizar en detalle".
Este investigador y su equipo compararon los registros de retirada glaciar costera con los de densidad de clorofila (el pigmento de las plantas verdes esencial para la fotosíntesis) en el océano. Hallaron que en los últimos 50 años, el hielo fundido ha dejado al menos 24.000 kilómetros cuadrados de nuevas aguas abiertas en el mar en torno a la Península Antártica, zona que ha sido colonizada por fitoplancton que absorbe carbono. De acuerdo con los autores, este fenómento representa el segundo mayor factor activo contra el cambio climático con origen en la propia naturaleza tras la aparición de nuevos bosques en tierra firme en la zona del Ártico.
(Ecoticias.com, 11/11/2009)