El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, busca hoy en Washington al menos una tenue declaración que reactive la posibilidad de un acuerdo sobre cambio climático en la próxima cumbre de Copenhague
El máximo responsable de Naciones Unidas sostiene este martes varios contactos con legisladores y miembros de la administración del presidente norteamericano, Barack Obama, para analizar el tema de la cita de la capital danesa.
El viaje tiene lugar luego del fracaso de un foro sobre cambio climático celebrado la pasada semana en Barcelona, España, y a menos de un mes del esperado cónclave en Dinamarca. En la llamada ciudad Condal, la delegación estadounidense mantuvo su negativa a presentar compromisos concretos sobre la reducción de emisiones de gases contaminantes para el acuerdo que debe sustituir al Protocolo de Kyoto de 1997.
Allí, la representación norteamericana declaró que no está en condiciones de anunciar una cuota de disminución de la cantidad de dióxido de carbono que su país lanza a la atmósfera, como exige la comunidad internacional.
Hace dos meses en Nueva York, Ban Ki-Moon auspició una cumbre sobre el cambio climático con la asistencia de cerca de un centenar de jefes de Estado y de gobierno, entre ellos el presidente de Estados Unidos.
A pesar de la rimbombancia mundial otorgada a ese encuentro, el resultado se redujo a resumen de lo tratado, sin acuerdos, y la expresión del siempre presente optimismo del secretario general.
Entonces, uno de los temas claves fue el mismo que atenta contra el éxito de Copenhague: los límites de emisión de gases de efecto invernadero para los países industrializados, considerados los más contaminantes y los mayores responsables de la actual situación.
Ahora, antes del viaje de Ban Ki-Moon a Washington, su principal asesor en materia de cambio climático, Janos Pasztor, reiteró ayer la confianza del dirigente de la ONU en el foro de la capital danesa.
Pero, también admitió lo que es casi una certeza: la posibilidad de no conseguir acuerdos legalmente vinculantes. Según explicó Pasztor, el secretario general hablará en Washington sobre "lo que otros gobiernos esperan de Estados Unidos".
Para los expertos, si se quiere que el calentamiento global no supere los dos grados centígrados, los países industrializados tienen que reducir sus emisiones entre un 25 y un 40 por ciento en 2020 con respecto a 1990.
(PL / Planeta Azul, 11/11/2009)