Los científicos del ICCAT se reunieron del 21 al 23 de octubre en Madrid (1) para evaluar el actual estado del stock del atún rojo (Thunnus thynnus) y confirmar si éste cumple los criterios específicos necesarios para ser incluido en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
Según Greenpeace y WWF, las estimaciones científicas de la Comisión Internacional para la Conservación de Atún Atlántico (ICCAT, en sus siglas en inglés) han confirmado que la situación de la especie es crítica y que ICCAT debe actuar ya. Los científicos coinciden con las ONG en que el atún rojo cumple los criterios para ser incluido en el Apéndice I de CITES.
Los investigadores estiman que la actual biomasa reproductora en la actualidad es menor de un 15% del estado original en el que se encontraba la población antes de ser objetivo comercial, lo que significa que el atún rojo debe ser incluido en el Apéndice I de CITES. Los análisis científicos confirman que la suspensión de la pesca comercial es la única medida con una oportunidad sustancial de asegurar que los stocks no se encuentren en la misma situación y vuelvan, por tanto, a cumplir los criterios para ser incluidos en el apéndice I de CITES en 2019.
“A estas alturas, teniendo en cuenta las evidencias científicas existentes, la única medida para evitar el colapso de la especie es la suspensión de la pesquería y de su comercio internacional” ha declarado Raúl García, responsable de pesca de WWF. “Debemos parar la explotación de este recurso frágil hasta que los stocks muestren claros signos de recuperación y hasta que se realice una gestión sostenible y se establezcan unas medidas de gestión efectivas en la línea de las recomendaciones científicas”
El pasado 14 de octubre el Principado de Mónaco envió su propuesta para la inclusión del atún rojo en el Apéndice I de CITES con el fin de prohibir su comercio internacional, permitiendo así la recuperación de la especie que durante años ha sufrido una gestión y un control infectivos.
“Los científicos del ICCAT han demostrado lo que las ONG llevamos denunciando décadas: el atún rojo se encuentra en una situación gravísima y sólo mediante la toma de medidas drásticas puede asegurar que esta especie en peligro logre recuperarse” ha añadido Celia Ojeda, responsable de la campaña de océanos de Greenpeace. “No se puede ignorar más el fracaso del ICCAT en la gestión y conservación de los túnidos y su falta de responsabilidad al actuar y conservar el medio marino. Para que el atún rojo salga de este colapso también es necesaria la protección de sus zonas de reproducción, como el Santuario Balear”.
Independientemente de las decisiones que tome el ICCAT el próximo mes de noviembre, la ciencia asegura que el atún rojo es crítica y que ha de ser incluido en CITES. Si, además, el ICCAT cierra la pesquería, esto ayudará a la recuperación de la especie. El atún rojo ha sido sujeto durante décadas de sobreexplotación masiva y pesca ilegal, lo que ha llevado a la especie al borde del colapso.
WWF y Greenpeace demandan urgentemente que el ICCAT imponga una cuota cero en la próxima reunión anual que tendrá lugar del 6 al 16 de noviembre en Recife, Brasil. En dicha reunión, el ICCAT no debería de actuar ignorando a sus científicos, como ha hecho hasta ahora, sino dar un cambio de rumbo a la situación del atún rojo y asegurar su protección.
El veredicto del comité científico del ICCAT será enviado a sus 48 partes integrantes cuando se reúnan en Recife. La próxima conferencia de las partes del Convenio CITES tendrá lugar en Doha, Qatar, en marzo de 2010, donde WWF y Greenpeace demandarán que los 175 países miembros voten a favor de la inclusión del atún rojo en el apéndice I del Convenio CITES.
(Greenpeace / Ecoticias.com, 29/10/2009)