La destrucción de los bosques primarios y turberas de la zona para plantar palma aceitera y eucaliptos es una de las principales causas de emisión de gases invernadero
Hoy ha entrado en funcionamiento el campamento que Greenpeace ha instalado en el corazón de la selva de Indonesia para llamar la atención sobre el papel de la deforestación tropical en el agravamiento del cambio climático, aspecto que será abordado en las próximas negociaciones de diciembre en la Cumbre climática de Copenhague.
Esta misma mañana, 200 habitantes de la zona han participado en una ceremonia de bienvenida a los activistas del Campamento de Defensores de los Bosques en la amenazada península de Kampar, al oeste de la isla indonesia de Sumatra (1). Los suelos de turbera de Kampar son particularmente profundos y acumulan cerca de 2.000 millones de toneladas de carbono, (2), por lo que son unos de los almacenes de carbono naturales más grandes del planeta y su permanencia supone una garantía para frenar el cambio climático.(3)
Gran parte de los bosques tropicales que tapizaban la península de Kampar han sido destruidos por la expansión de las plantaciones destinadas a la producción de pasta de papel y aceite de palma, esta última destinada a la fabricación de chocolate, pasta de dientes o los falsamente denominados “biocarburantes”.
“Desde el mismo frente de batalla de la deforestación y la destrucción del clima pedimos a los líderes mundiales que detengan este proceso para evitar un mayor caos climático”, ha afirmado Bustar Maitar, responsable de la Campaña de Bosques de Greenpece en el Sureste Asiático.
“El imperativo de salvar el clima obliga también a los países ricos. Obama y los líderes de la Unión Europea tienen sólo seis semanas para comenzar a actuar y comprometerse a reducir sus emisiones producidas por la quema de combustibles fósiles y la deforestación. Esto debe traducirse en ayuda financiera para detener la destrucción forestal”, ha añadido Shailendra Yahswant, director de Campañas de Greenpeace en el Sureste Asiático.
Poner fin a la deforestación requiere que los países industrializados inviertan 30.000 millones de euros en la protección de los bosques, así como el compromiso de líderes como el presidente Yudhoyono de detener la destrucción de los bosques y turberas de Indonesia. Un millón de hectáreas de bosques son destruidos cada mes en todo el planeta -un área similar a un campo de fútbol cada dos segundos- emitiendo a la atmósfera gran cantidad de gases de efecto invernadero, que representan una quinta parte de las emisiones. Esto implica también extinción masiva de especies, inundaciones, sequías y hambrunas, así como el empeoramiento de la calidad de vida en países como Indonesia, cuyas emisiones le sitúan en el tercer puesto en la lista de países más contaminantes, después de China y Estados Unidos.
La 15ª cumbre del ASIAN, que se celebró el pasado fin de semana en Tailanda, reunió a los líderes de los países del Sureste Asiático. Éstos afirmaron su compromiso para buscar un éxito en la Cumbre Climática de Copenhague que se celebra el próximo diciembre. Greenpeace está llamando a los líderes de la Unión Europea, que se reúnen en Bruselas los próximos 29 y 30 de octubre, a comprometerse a lograr un acuerdo vinculante, ambicioso y justo en esta reunión de Copenhague. El éxito de esta cumbre se medirá también en el compromiso alcanzado para detener la deforestación mediante una financiación adecuada que debería acordarse esta misma semana.
Mientras este futuro mecanismo de protección de los bosques se pone en marcha, Greenpeace pide al presidente indonesio Yudhoyono que ponga en marcha una moratoria inmediata que evite la actual tendencia de destrucción y conversión de las selvas de su país. En las recientes negociaciones sobre el cambio climático de Bangkok, Yudhoyono anunció su intención de reducir el 41% de las emisiones de gases de efecto invernadero de Indonesia en caso de que la comunidad internacional ayude a su país económicamente.
Notas:
(1)El Ministro de Bosques de Indonesia ha concedido concesiones forestales a las empresas papeleras y de palma de aceite para destruir la región.
(2)Los cálculos de Greenpeace están basados en: Wahyunto, S. Ritung dan H. Subagjo (2003). Maps of Area of Peatland Distribution and Carbon Content in Sumatera, 1990 – 2002. Wetlands International - Indonesia Programme & Wildlife Habitat Canada (WHC).
Ver también: Kampar Peninsula as a peat swamp forest conservation priority Briefing for NGO use only by Otto Miettinen, 21 July, 2007
http://www.maanystavat.fi/april/resourcesforkampar2007/Miettinen2007longKamparPeninsula.pdf
(3)Fred Pearce 2007 Bog Barons, Indonesia’s carbon catastrophe. New Scientist, 1 December 2007, issue 2632
(Greenpeace Espanha, 26/10/2009)