Los aerogeneradores instalados por la empresa española Gamesa en el norte de Marruecos aguardan los últimos preparativos para comenzar a funcionar y convertir ese parque eólico en el más grande de todo el continente africano.
Las 165 máquinas, de las que aún quedan 39 por colocar, se extienden sobre 400 hectáreas al sureste de Tánger, donde desafían vientos de entre 10 y 20 metros por segundo, y suponen el mayor proyecto llave en mano realizado por la compañía española.
Está previsto que a finales de mes se le haga a la Oficina Nacional marroquí de Energía (ONE) una entrega parcial de esos modernos molinos de viento, con los que se dispondrá de una potencia instalada total de 140 megavatios (MW) y una productividad media anual de 536 gigavatios hora (GWh).
Para el director de construcción de ese parque, Ángel Rabanal, desde que se iniciaron las obras en junio de 2007 las mayores dificultades se han presentado a nivel climatológico y proceden de las mismas condiciones que hacen del lugar un enclave perfecto para su ubicación. "La configuración del terreno es muy montañosa y se trata de una zona con mucho viento", explicó a una delegación de empresarios españoles del sector que esta semana participan en Tánger y en Casablanca en el primer encuentro hispano-marroquí de energías renovables.
Gamesa suscribió el contrato en febrero de 2007, y su alcance, por un importe total de 209 millones de euros, comprende el suministro de esas turbinas eólicas y su posterior operación y mantenimiento.
Con él, la compañía afianza su liderazgo en un país que, según Rabanal, ofrece grandes perspectivas de negocio por la "apuesta seria" de las autoridades por las energías renovables y su voluntad de que para 2012 de ese recurso provenga el 10 por ciento del consumo energético y el 18 por ciento de la demanda eléctrica nacional.
La infraestructura está financiada por el banco alemán kfW, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Instituto español de Crédito Oficial (ICO), y cuando esté en pleno funcionamiento se prevé que sustituya a 30.100 Toneladas Equivalentes de Petróleo (TEP) al año y evite la emisión anual de 210.000 toneladas de CO2.
Con ello se avanza en la línea marcada por el Ejecutivo marroquí, dispuesto a disminuir la importación de sus necesidades energéticas, que se eleva al 96 por ciento, y a apostar por la diversificación y eficiencia de sus fuentes de energía, entre las que las renovables juegan un papel protagonista.
Para tal fin, la ONE ha lanzado un vasto programa de parques eólicos, dentro del cual brilla con luz propia el de Tarfaya, en el Sahara Occidental, cuya puesta en marcha se ha fijado para 2011 y tiene prevista una potencia total de 200 MW, extensible hasta los 300 MW. "Ese proyecto está todavía en fase de licitación y Gamesa ha llegado hasta el proceso de selección final, pero no sabemos cuánto se nos podría adjudicar porque en principio se va a repartir", apunta el representante de la firma española.
No faltan, por tanto, oportunidades de inversión dentro de un sector en el que Gamesa mantiene una fuerte política de expansión y en el que en el país está presente también con otro parque de 60 MW en Esauira y otros dos de 10 y uno de 12 MW en la zona de Tetuán. Y desde este lugar del globo no escasean nuevos sitios en los que seguir dispuesta a volar.
"Aunque en España y otros países como Alemania y Dinamarca la energía eólica está muy consolidada y casi al límite de la producción, en el mundo hay muchos otros, como China o Estados Unidos, en los que está empezando y hay unas perspectivas de desarrollo tremendas", asegura Rabanal.
(Por Marta Garde, EFE / Finanzas.com / Ecoticias.com, 22/10/2009)