La industria forestal argentina tiene una enorme potencialidad. Articular lo público y lo privado es clave
El manejo y el aprovechamiento sustentable de los recursos forestales contribuyen significativamente al desarrollo económico y social de los países. La utilización y comercio de los productos derivados de los árboles o de los bosques juegan un papel muy importante en el bienestar de millones de personas. Esto incluye a la generación de empleo, en particular en las poblaciones rurales, la provisión de alimentos y fibras que ofrecen los productos forestales no madereros, y el suministro de energía renovable.
El ritmo en el cual la industria forestal se ha desarrollado en el mundo es muy variado. En muchos casos fue determinado por inversiones que apostaron a las ventajas comparativas dadas en un tiempo y lugar determinado.
Estas ventajas pueden ser, por ejemplo, un notable aumento en la demanda de productos base de madera, la disponibilidad de materia prima a bajo costo combinado con la alta productividad de la mano de obra. En otros casos, el resultado de una política definida para la promoción del desarrollo de la industria forestal y la existencia de un ambiente favorable que permita este desarrollo.
En este contexto, la Argentina posee un muy fuerte potencial, ya que el país cuenta con 1,2 millones de hectáreas de bosque implantado (pino, eucalipto y salicáceas) y podría llegar a casi 5 millones.
Se estima una producción de 20 millones de metros cúbicos de madera anuales, de la cual sólo se consume la mitad, 10 millones de metros cúbicos. Adicionalmente, también se calcula que hay alrededor de 2,5 millones de metros cúbicos de residuos provenientes de raleos forestales y aserraderos que no tienen salida comercial.
Por ello, considero que el mayor desafío del sector forestal y de la industria asociada en Argentina es crear un entorno favorable a la inversión, que permita un desarrollo acorde al potencial forestal del país, que incluye varios elementos fundamentales que en su conjunto atraen inversiones a largo plazo en el sector.
Algunos de los elementos de mayor importancia incluyen: la política y planes de desarrollo, el marco legal e institucional, la disponibilidad y acceso a la materia prima, la presencia de una infraestructura adecuada, la preparación de los recursos humanos, la promoción a la investigación y el acceso al financiamiento.
Esta oportunidad de desarrollo sectorial debe estar claramente orientada en un concepto de aprovechamiento integral de la madera, consumiéndosela para productos de madera sólida, para celulosa y papel y para la generación de energía eléctrica por el aprovechamiento de la biomasa.
En definitiva, es una correcta dinámica de articulación público-privada que defina claramente una estratégica política sectorial, la clave que nos permitirá aprovechar el potencial que antes mencionaba.
Nota de la Redacción: el autor es miembro del Comité Asesor de la FAO en temas forestoindustriales.
(Por José Urtubey, Clarín, 17/10/2009)