Delia Villalba es una docente que desde 1987 está involucrada en los conflictos ambientales del Uruguay. Hoy, como candidata a la vicepresidencia, denuncia el saqueo y la destrucción que generan las forestales en su país. "Estamos como en la época del colonialismo, esperando que vengan las carabelas desde Finlandia", afirma.
A partir del conflicto social que generó la instalación de la empresa Botnia en Uruguay, la cuestión de las forestales y el monocultivo de pinos y eucaliptos ingresó de lleno en el debate público. ¿Qué hay de pernicioso en la generación de la materia prima para estas empresas de celulosa? El activismo ambiental denominó a las plantaciones forestales con distintas metáforas, como la de "desiertos verdes", para explicar que una "plantación no es un bosque" [1].
En la actualidad el negocio forestal crece a ritmo vertiginoso a costa del aniquilamiento de bosques nativos y el desplazamiento de comunidades campesinas. Un ejemplo de la dinámica mercantil del sector es el XIII Congreso Forestal Mundial [2] que se realizará en Buenos Aires desde el 18 de octubre, bien escudados en una retórica "verde" que les permite confundir a las poblaciones [3].
Agencia Biodiversidadla entrevistó a la reconocida activista ambiental Delia Villalba aprovechando su visita a Buenos Aires en el marco de la campaña electoral. Como candidata a la vicepresidencia por el partido Asamblea Popular -una escisión del Frente Amplio- y residente de la localidad de Fray Bentos, denuncia la política de extranjerización de la tierra y la pérdida de la soberanía alimentaria en función de la expansión negocios como el de las forestales. En esta charla repasa las pérdidas y desventuras sufridas en Uruguay debido al actual rumbo político y económico.
- ¿Cuándo se inicia en la lucha ambiental?
- Empiezo con los conflictos ambientales en el año 87 y ya en el 89 empieza el furor por las plantaciones de eucaliptos. En el año 94 aparece el anuncio de la primera pastera, que justamente se quiere instalar en Fray Bentos. Era una empresa de origen español -Transpapel- y ahí empezamos a luchar contra las pasteras. Hacia el 96 conocemos lo que planean con ENCE y posteriormente con Botnia.
- ¿Qué cultivos y actividades viene a arrasar el monocultivo de árboles foráneos, qué tipo de territorio está pisando?
- Dentro de los departamentos más forestados y más plantados están Río Negro y Soriano, que eran el granero del país, con plantaciones de trigo y maíz sobre todo. Todas esas tierras, conocidas por su gran fertilidad, son donde se instala la gran plantación de eucaliptos. Se llega a decir en un momento que Río Negro era el departamento más forestado pero, en paralelo, el que tenía el mayor índice de desempleo. Luego de varios años, con el anuncio de la llegada de las pasteras ENCE y Botnia, nos dicen que vienen a solucionar el problema laboral, ¡pero si ya en el año 90 la llegada de las plantaciones de eucaliptos eran para eso mismo! Es decir que el desempleo no se solucionó ni con la llegada de los monocultivos ni con la llegada de las pasteras.
- ¿Cómo impacta la llegada de las forestales en campesinos y chacareros?
- En Soriano y Río Negro se producía todo tipo de alimentos, desde los mencionados hasta los de huerta, sumando a la ganadería. Hoy todo esto ha sido desplazado e incluso tenemos problemas con la lechería. Hay más de cien familias de chacreros que están en las tierras de Soriano y que desde hace diez años están sin agua. Todo lo que había ha dejado de existir. Podemos ver esta realidad al circular por las carreteras que van desde Colonia hasta Artigas -en el norte-, es decir por todo el litoral oeste, que está con grandes plantaciones de eucaliptos.
- ¿Esto genera migraciones internas, hacia la ciudad por ejemplo?
- El campo en el Uruguay se está despoblando de forma agresiva. Muchos alcanzan a vender algo y por eso dicen que aumentó el valor de la tierra, pero no, lo que aumentó es el precio. ¿Esa gente que hace? Los que pueden vender tienen el dinero, pero se quedan sin el trabajo y se van a la ciudad a perder ese dinero porque no tienen cómo vivir, y así pasan a engrosar los cinturones de marginación.
- ¿Qué pasa a nivel alimentación, Uruguay tiene que importar productos que antes no importaba?
- Ya hace mucho tiempo que estamos importando cebollas, papas, zanahorias, por ejemplo, pero sobre todo lo que vemos es la incidencia en el agua, por el gran consumo de estas plantaciones. Sucede que se junta este problema con otros. En el Uruguay hay varios proyectos perversos, no sólo se planta eucalipto y pino, sino que ya ingresaron los transgénicos para producir agrocombustibles. Y todo a costa de sacarle tierra a lo que podría destinarse a una soberanía alimentaria del país.
Es muy preocupante que las tierras del Uruguay empiecen a dedicarse a todos estos proyectos devastadores. Las praderas uruguayas han marcado una cultura para el país. Esas praderas se han transformado ahora en grandes eucaliptales. En el campo no encontrás ni una tapera, toda la gente del campo se fue. Además de implicar todo un impacto sobre la fauna y la flora, cantidad de especies que están desapareciendo y los problemas sanitarios en la gente debido a los agrotóxicos. Todo esto lo provocan los monocultivos de distinto tipo. Se trata de conflictos con muchas aristas.
- ¿Hay más mega proyectos en danza?
- Desde hace años vienen ofreciendo al Uruguay siete mega plantas de celulosa, de las cuales cinco ya han asomado la cabeza. Piensan instalar dos papeleras sobre la laguna Merín, una del lado uruguayo y otra del lado brasilero. Esta laguna es considerada uno de los mayores humedales a nivel mundial, con la mayor diversidad de aves, un ecosistema maravilloso que se comparte entre Uruguay y Brasil. No empezaron todavía pero están los proyectos. Cuando a nosotros nos dijeron hace años que estaban proyectando siete mega plantas de celulosa en el famoso plan IIRSA, en un primer momento no podíamos entenderlo. Sin embargo hoy ya lo vemos instalado y funcionando.
- En relación al IIRSA resulta elocuente cómo planificaron durante años la construcción de esos caminos para el tránsito ultra pesado sin que aun estuvieran las pasteras.
- Cuando a partir del año 89 empezamos a informarnos, la primera respuesta que tuvimos fue quedar con la boca abierta. Estábamos tan desinformados, tan ingenuos y tan tontos al ver la manera en que han manejado este país con la lógica del capitalismo salvaje. Uno empieza a averiguar y dice 'claro, todo esto viene de la época de la dictadura', ¿pero sabés que viene desde antes? Ya en el año 66 aparece Rosario Pou (prima de Luis Alberto Lacalle) con el deslumbramiento de que en Norteamérica ya se estaban plantando eucaliptos y pinos para la industria del papel.
En ese tiempo nosotros éramos la tasita de plata, cuando los capitalistas soñaban con ser la Suiza de América. Luego se hizo mucho durante la dictadura y los gobiernos del partido colorado y nacional, pero ahora como la frutilla de la torta aparece el gobierno del Frente Amplio, que como coalición política estaba en contra de todos estos proyectos. Sin embargo hoy en día este gobierno se fue para la derecha y estableció una política neoliberal, está abrazado al gran imperio, al gran capitalismo, a las multinacionales y por otra parte desatendiendo a la clase trabajadora.
- Pepe Mujica dice que las pasteras le dan un rédito económico a Uruguay que de otro modo no podría obtener, debido al tamaño del país. ¿Es así a nivel económico, no hay otras salidas? En segundo lugar, ¿qué análisis político hace respecto de este viraje del Frente Amplio en relación a las multinacionales?
- Cuando un país quiere desarrollarse debe atender qué vocación tiene. ¿Uruguay qué puede pretender? Con las mejores tierras de todo el mundo puede buscar un desarrollo basado en la tierra. Toda la tierra en el Uruguay tiene un gran valor. ¿Y qué se ha hecho con este proyecto cuyo buque insignia es Botnia? En primer lugar Botnia no aporta al PBI, no paga impuestos, no aporta soluciones laborales. ¿Y qué hace en contra del país? Degrada la tierra por su tipo de materia prima y nos está dejando sin agua. En segundo lugar, Botnia no ha cumplido con su compromiso social.
- ¿Qué significa que no aporta al PBI? Si está en el país tiene que contabilizarse.
- El PBI en el Uruguay no crece merced el aporte de Botnia porque está en una zona franca. Establecieron una republiqueta dentro de una república a pesar de que el gobierno diga lo contrario. Botnia hace sus exportaciones como si estuviera en territorio finlandés.
- Pero algún impuesto, un canon a la exportación tiene que haber...
- Que haya alguna dádiva a los gobernantes de turno... Pero eso no pasa por el control del Estado.
- Entonces lo único que queda en Uruguay es el salario de los trabajadores y lo que se le paga a la empresa proveedora de materia prima, que tal vez sea de ellos.
- El salario a los pocos trabajadores que tiene. Además la que abastece a Botnia es la Forestal Oriental. Y no olvidarse que el Estado durante años subsidió a las forestadoras. ¿Cuántos millones de dólares se gastaron en subsidios a la forestación? Alguno dirá, ¿pero cuánta gente trabaja en forestación? Es conocido que el trabajador forestal gana muy poco, en forma muy zafral, en condiciones infrahumanas, en un régimen de semi esclavitud. Eso está totalmente probado.
- ¿Y respecto de lo político?
- Al Uruguay yo lo estoy llamando el país de las pérdidas, porque viene perdiendo mucho. Tierra, agua, aire, fauna, flora, gente. En suma perdiendo la soberanía territorial por la venta y extranjerización de la tierra. Pérdida de soberanía política: nadie puede negar que las multinacionales como Botnia están incidiendo en las decisiones políticas de nuestro gobierno. Estamos como en la época del colonialismo esperando que las carabelas de Finlandia nos vengan a salvar.
En nuestro partido no es que estemos en contra de las inversiones, pero nos preguntamos, ¿a qué vienen?, ¿a depredar la tierra, a consumir y contaminar el agua, a traernos inversiones que matan a la gente y que no permiten el desarrollo sustentable? Les decimos que no, quédense en su país, en Uruguay no. Porque cuando uno dice tierra no está pensando sólo en productos primarios. Están también las industrias derivadas. Pero estamos perdiendo actividades como la apicultura por el impacto de los agrotóxicos y el cambio del ecosistema por los eucaliptos, o la lechería con todos sus derivados. Ya perdimos el Uruguay Natural y ahora estamos perdiendo el Uruguay productivo. Venimos en una escalada de pérdidas.
- Insisto, ¿por qué el Frente Amplio tuvo una política de continuidad con el modelo neoliberal de saqueo y no avanzó en la protección de los bienes comunes?
- Hay que hacer una división. El Frente Amplio a partir del 1º de marzo de 2005 se transforma en la cúpula gubernamental, ellos solos, por un lado, y abajo quedó el militante y el votante del Frente Amplio. ¿Qué es lo que pasó? Dicen que el poder siempre corrompe. Alguna explicación hay que darle a esta perversidad, irresponsabilidad, saqueo, me quedan cortos los adjetivos. Pero es la cúpula gubernamental empezando por Tabaré Vázquez, un presidente mentiroso que tiene la costumbre de salir a mentir a EE.UU, a Chile, etc. Esto generó una gran frustración en la mayoría de los que acompañaron al Frente, que se fueron para sus casas y dijeron 'hemos luchado tanto para qué, yo no sigo más'. A pesar de ese dolor nace Asamblea Popular, de repente los más dolidos fuimos los que salimos a formar este espacio. No se de dónde sacamos la fuerza para nutrirnos de una nueva esperanza política.
- Respecto de la opinión pública y el medio ambiente. ¿Hay alguna grieta en relación al modelo forestal y las papeleras o es inquebrantable?
- Hay distintos momentos. En una primer instancia hubo una gran cantidad de uruguayos que estuvieron en contra de las plantaciones y las fábricas de celulosa. Pero con el tiempo la gente se cansó de luchar y, al mismo tiempo, triunfó la desinformación que se fue difundiendo desde las jerarquías. Pero en la actualidad hay un renacer de algo que sería una 'percepción ambiental', que no llega a ser una conciencia ambiental, pero que vi en los lugares que recorrí en esta campaña, con mucha gente y de diversos lugares del país, que plantea que lo de las plantaciones es un problema.
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NOTAS:
[1] "Las plantaciones no son bosques: Lo único que tienen en común, los bosques nativos con las plantaciones, es la presencia de árboles. Un bosque es un sistema complejo, que se autoregenera y que incluye suelo, agua, microclima, energía y una amplia variedad de plantas y animales en mutua relación. Una plantación comercial, por el contrario, es un área cultivada, cuyas especies y estructura han sido drásticamente simplificadas para producir sólo unos pocos productos, ya sea madera, leña, resina, aceite o frutas. A diferencia de los bosques, en una plantación los árboles tienden a pertenecer a una reducida variedad de especies y la fauna no la habita, convirtiéndola en silenciosa".
[2] Ver aquí
[3] Para denunciar este congreso es que diversas organizaciones convocan a una Jornada por la Soberanía Alimentaria", el domingo 18 de octubre desde las 14 hs en Plaza Italia.
(Por Marcelo Maggio, La Biodiversidad, 13/10/2009)